FÚTBOL

Remontada épica o fracaso de una era

El Madrid, con síntomas preocupantes durante toda la ‘Champions’, se agarra al gol de Cristiano y al Bernabéu para impedir la tercera eliminación consecutiva de Mourinho en semifinales

MADRID Actualizado: Guardar
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No solo la temporada, sino todo un proyecto de tres años ha quedado reducido ya a 90 minutos, a 120 en caso de prórroga el martes en el Bernabéu. O el Real Madrid es capaz de protagonizar una remontada épica ante su afición frente al Borussia Dortmund o firmará el fracaso de la ‘era Mourinho’, a quien Florentino Pérez fichó y concedió plenos poderes para la conquista de la ‘décima’ y pudiera despedirse sin cumplir, ni su contrato, ni tan ansiado reto.

El Madrid vuelve a invocar al espíritu de Juanito, a conjurarse, a apelar a las noches mágicas del Bernabéu, a agarrarse al tan manido clavo ardiendo que surge en Europa ya desde hace más de un decenio, pero lo cierto es que este equipo, con una de las mejores plantillas de su historia, precisa tres goles, sin encajar ninguno, para impedir la tercera eliminación consecutiva en semifinales de la ‘Champions’. Objetivo posible, pero complicado, después de que el Madrid no haya sido capaz de ganar este curso al Borussia en tres enfrentamientos en los que ha encajado al menos un par de goles. Hace dos temporadas, ante el Barça, se culpó a los árbitros y a la UEFA, y la pasada, cuando se insistió en los supuestos perjuicios de los jueces y los despachos, se recurrió a la mala suerte de los penaltis frente al Bayern.

Entonces ya le faltaba fútbol y físico al conjunto de Mourinho, el equipo que, gracias a Cristiano Ronaldo, es el que mejor contragolpea del mundo, pero que sufre cuando dispone del balón y se ve obligado a jugar y atacar ante rivales cerrados. También ha padecido cuando un rival de empuje tan dinámico y valiente como el Dortmund ha decidido tratarle de tú a tú hasta pasarle por encima en la ida de una eliminatoria en la que, como tantas otras veces, el Madrid no jugó a nada y salió adormilado tras el descanso para ser avallasado por los alemanes.

Los capitanes, Sergio Ramos y Casillas, aluden a la actitud, pero no solo es un problema de alma o carácter, sino de fútbol, que es el que suele poner, con excepciones, a cada uno en su sitio. A lo largo de toda esta Liga de Campeones ha ofrecido el Real Madrid síntomas preocupantes. En la primera fase ante el Manchester City, en el doble duelo contra el Dortmund (2-1 en Alemania y 2-2 en el Bernabéu), frente al United hasta que los ingleses se quedaron con diez, en la vuelta de cuartos contra el Galatasaray después de un 3-0 en casa... El gol de Cristiano, que es más de medio Real Madrid, es el que concede esperanzas a los blancos, y el crack portugués promete «hablar en el campo» después de haber formado parte de un grupo que cuando ha perdido en la ida a domicilio por resultados inferiores se ha despedido de la ‘Champions’. Así ocurrió tras la derrota ante el Lyon en octavos (1-0 en Francia, previo al 1-1 del Bernabéu), y frente al Bayern en las pasadas semifinales, cuando los blancos cayeron por 2-1 el primer partido en Múnich antes de igualar la eliminatoria en su terreno.

Al igual que se engancha a las gestas de los 80, el Madrid confía también en la bisoñez del Dortmund y en que los germanos sucumbirán al ‘miedo escénico’ del Bernabéu, pero para ello los blancos precisan bastante más que ánimo externo. El escudo y el orgullo obligan, y a Mourinho, que cuando se ha visto con la soga al cuello ha recurrido a todos sus futbolistas ofensivos, también se le exige reacción. El miércoles se vio superado tácticamente por Jürgen Klopp, y este jueves Casillas le lanzó un dardo de consideración cuando se le preguntó al portero si el Madrid disponía de un ‘plan B’ cuando no consigue robar y salir con rapidez al contraataque. «Para eso está el entrenador, que es el que puede mover y tocar el equipo. Para eso está el entrenador», insistió el portero en otra muestra de desunión del vestuario con el técnico.