Artur Mas, junto a Oriol Pujol. / Andreu Dalmau (Efe)
Pulso Soberanista

CiU pide Esquerra que sea flexible con la fecha de la consulta

Los republicanos exigen a los convergentes que no se echen atrás con el referéndum soberanista

BARCELONA Actualizado: Guardar
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La décima legislatura de Cataluña dio hoy sus primeros pasos con la constitución del Parlament y la elección de la Mesa de la Cámara. CiU y Esquerra, en paralelo, prosiguieron sus negociaciones y el cruce de mensajes. Los representantes de Artur Mas reclamaron a los republicanos que no sean intransigentes en fijar una fecha concreta para la consulta; Esquerra no está por la labor porque teme que los convergentes, a la hora de la verdad, van a flaquear en sus convicciones soberanistas. El mismo escollo que atasca la negociación desde el día siguiente de las elecciones.

La incógnita en torno al pacto entre CiU y ERC para garantizar un Gobierno catalán estable sigue sin despejarse. En principio, estaba previsto que la sesión de investidura de Artur Maas como nuevo presidente de la Generalitat se celebrase entre el jueves y el viernes de esta semana, pero todo apunta a que se va a retrasar al 3 y 4 de enero. Todo dependerá de cómo transcurran las negociaciones que siguen encalladas en el calendario, el mismo punto que dejaron Mas y Oriol Junqueras el pasado viernes, cuando se levantaron de la mesa sin pacto.

«No podemos dejar este proceso en la indefinición temporal y eternamente abierto porque el país no se lo puede permitir», dijo este lunes el líder de Esquerra Republicana. «Esperemos que a CiU no le tiemblen las piernas con el referéndum», añadió. Desde la federación nacionalista, Oriol Pujol reclamó a los republicanos un «margen de flexibilidad» con las fechas.

El compromiso de CiU con el derecho a decidir es firme, pero en las filas convergentes no quieren atarse a un día concreto porque el panorama político y el económico es muy incierto y fijar una fecha sería casi como poner plazo para la defunción anticipada de la legislatura. Los pasos que debería dar la Generalitat si, como se espera, el Gobierno impugna la ley catalana de consultas es otro de los aspectos que impiden el acuerdo pues Esquerra sería partidaria de convocar el referéndum incluso sin un amparo legal.

Doble presión

En materia presupuestaria y fiscal también hay diferencias, en concreto en la recuperación del impuesto de sucesiones y en la creación de nuevas tasas. Unas medidas que recibieron este lunes un fuerte rechazo por parte de los empresarios, que ven con recelo el pacto entre CiU y ERC. La patronal Fomento del Trabajo y la Cámara de Comercio de Barcelona reclamaron a Mas que no suba la carga fiscal y no recupere el impuesto de sucesiones. Esquerra pide todo lo contrario, así que Mas se ve presionado por la derecha y por la izquierda. Aun así, «el pacto está muy encarrilado porque estamos condenados a entendernos», según Pujol.

Entretanto, la democristiana Nuria de Gispert fue reelegida como presidenta del Parlament, en una sesión marcada por los elementos que van a condicionar toda la política catalana, la crisis económica y el proyecto de consulta soberanista. Lo recordó De Gispert en su discurso inaugural, criticado por PSC y PP por frentista y soberanista, en el que emplazó a la Cámara a trabajar para conseguir una «relación diferente» entre Cataluña y el resto de España y para que el pueblo de Cataluña pueda «ejercer el derecho a decidir su futuro».