españa ante la crisis

El Ministerio de Trabajo cree que 2010 supuso «un cierto final» del aumento del desempleo por la crisis

Los sindicatos creen que los datos ponen en cuestión la política económica y laboral del Gobierno

MADRID Actualizado: Guardar
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2010 se ha cerrado con la cifra más alta de parados, más de cuatro millones de personas, aunque en diciembre el número de desempleados bajó. Un “buen dato”, en palabras de José Luis Rodríguez Zapatero, al que se agarra el Gobierno para afrontar el futuro con algo de optimismo.

El jefe del Ejecutivo ha apuntado en una entrevista en Onda Cero que ahora hay "más personas trabajando en España", 17 millones de trabajadores, que cuando llegó al poder en 2004, y que España tiene el mayor nivel de protección social, con un 75% de cobertura de prestación de desempleo. Zapatero ha añadido que este año va a haber más oportunidades de tener empleo, a pesar de la complicada situación económica, y que el Gobierno trabaja para facilitar la inserción de los colectivos más complicados, como los parados de larga duración.

En la misma línea, la secretaria de Estado de Empleo, Mari Luz Rodríguez, ha asegurado que el menor aumento del desempleo en 2010 respecto a los dos años anteriores supone "un cierto final" del ajuste de la crisis económica y ha confirmado que en el segundo semestre de este año la economía generará cerca de 50.000 nuevos empleos.

Fin del ajuste

No obstante, Rodríguez puntualizaba que el Gobierno "no lanza las campanas al vuelo" porque todavía hay más de cuatro millones de personas en situación de desempleo y ha adelantado que "con toda probabilidad" el desempleo subirá en enero y febrero. También el secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, ha asegurado que "es muy probable" que 2010 haya sido el "último año de la crisis y del ajuste de la caída de la afiliación a la seguridad social", después de señalar que la pérdida de ocupados en los últimos doce meses haya representado la cuarta parte de la que se produjo en 2009.

Sin embargo, ha destacado el gran descenso que hubo de afiliaciones en la primera quincena de diciembre motivada por la huelga "salvaje" de controladores aéreos y que -en su opinión- "costó más de la mitad de los afiliados perdidos en diciembre".

El PP, aunque considera que la bajada en diciembre es una buena noticia, ha mostrado su preocupación por la caída de las afiliaciones a la Seguridad Social, lo que indica que todavía hay destrucción de empleo en la economía española. El diputado Álvaro Nadal ha reconocido que la destrucción de empleo fue en 2010 "mucho más tenue", pero ha tachado de muy preocupante que en diciembre, y por sexto mes consecutivo, haya disminuido en 27.728 personas el número de ocupados afiliados a la Seguridad Social.

Los sindicatos, contra la reforma

Los sindicatos también creen que el dato de paro de diciembre “no es tan desfavorable” aunque han exigido al Gobierno "la reversión inmediata" de la reforma laboral, ya que tras seis meses en vigor creen que no ha servido ni para crear empleo ni para reducir la temporalidad en el mercado laboral, además de haber recortado los derechos de los trabajadores.

UGT, a través de un comunicado, ha señalado que la negativa evolución del paro en 2010 hace urgente un cambio de rumbo en la política económica y fiscal del Gobierno que logre la recuperación de la economía, del empleo y del estado del bienestar. Ese cambio de rumbo, según la central que controla Cándido Méndez, tiene que servir para "plantar cara a las continuas presiones de las instituciones internacionales y gobiernos de corte neoliberal".

También Comisiones Obreras consdiera que los datos del paro de 2010 ponen en cuestión la política económica y laboral del Gobierno, ya que el sindicato cree que la reforma del mercado de trabajo no está dando resultados, mientras "crece la precariedad y aumenta la desprotección a las personas en desempleo".

En otro comunicado, el sindicato de Ignacio Fernández Toxo lamenta que haya más personas en el paro, mientras la actividad económica "sigue a la expectativa" y la inversión pública está estancada "para satisfacer la drástica reducción del déficit público y las exigencias de mercados y grupos financieros".