calentamiento global

Los nombres del cambio climático

WWF lanza una campaña y una exposición en el que son los propios afectados quienes cuentan cómo les afecta

MADRID Actualizado: Guardar
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Julio César Vergara, Eduardo Viñuales, Juan Molero o Josefa Fernández. Cuatro nombres que seguramente no le digan nada. Pero ellos están a punto de ver cómo su forma de vida cambia de forma radical. Son víctimas del cambio climático y han querido participar en ‘Testigos de Clima’, una iniciativa multidisciplinar avalada por WWF.

Del 26 al 30 de junio, la Fundación Reale en Madrid acogerá una exposición fotográfica de Francisco Márquez, que ha plasmado con su objetivo los 27 rostros de las víctimas del cambio climático. Esta muestra se complementa con una página web (www.wwf.es/testigosdelclima) que recoge toda la información relacionada con los rostros humanos de esta amenaza. El tercer elemento de este proyecto es una exposición itinerante que irá recorriendo la geografía española para llegar a todos los ciudadanos, a través de la red de grupos de WWF.

Julio César es una de ellas. Este viverista albaceteño se está volviendo loco con sus árboles. Un ejemplo: los endrinos. “Están sufriendo en otoño una segunda floración. Los árboles creen, con el clima tan suave, que es primavera y sacan flor”. Este esfuerzo provoca que los endrinos lleguen sin fuerzas al invierno y mueran con más facilidad.

Josefa, por su parte, es mariscadora de la Cofradía de Lira (Galicia). Lleva años en faena y ha sufrido las peores condiciones climáticas para recoger mejillones y percebes. Pero desde hace unos años, las lluvias han escaseado. Consecuencia, hay menos recogida y menos dinero que llevar a casa. Los inviernos son más suaves y los tradicionales chubasqueros usados para la recogida, se han quedado en casa.

Calentamiento global

En Jaén, Juan se ocupa de los olivares de secano de Torreperogil. Como Josefa con sus costas, se conoce la tierra a la perfección. Y ha visto de todo. Años buenos y años malos. Pero lo que no había visto hasta ahora es que las sequías son más prolongadas y, las lluvias, más torrenciales.

Eduardo no trabaja la tierra. La observa, sobre todo la alta montaña pirenaica. Su obsesión es la gruta de hielo de Casteret en el parque nacional de Ordesa. Estos glaciares cada vez son más pequeños y la cascada helada de la gruta está a punto de desaparecer.

Son algunos de los ejemplos que demuestran que “no se puede obviar la realidad del cambio climático”, según el secretario general de WWF, Juan Carlos del Olmo. “España es uno de los países que sufrirá de forma más intensa los efectos negativos del calentamiento global. Por ello, cuanto antes se desarrolle una respuesta adecuada, tanto en reducción de emisiones como en adaptación, menor será su impacto sobre nuestro medio natural y nuestros sectores económicos”, añadió durante la presentación de la muestra.