A.Vázquez

La Junta promete una vez más resucitar El Olivillo

El rector y el consejero de Economía presentan sin fechas ni presupuesto la transformación del edificio abandonado en Centro de Transferencia Empresarial

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Apenas 24 horas antes de este acto, el Instituto Nacional de Estadística había situado a cuatro municipios gaditanos entre los cinco con más paro de España. Otra vez. Apenas unos minutos antes del acto, aparecían los datos del desempleo en la provincia del pasado mes de febrero. Bajan pero poco. Equivalen a sacar un cubo de agua de las bodegas del 'Titanic' en su última noche a flote.

En esa situación, el consejero de Economía y Conocimiento (¿quién pondrá los nombres a las consejerías?), Antonio Ramírez de Arellano trató de presentar el convenio entre Junta y Universidad de Cádiz que debe convertir el ruinoso y abandonado edificio de El Olivillo en un Centro de Transferencia Empresarial. Eso quiere decir un lugar en el que se unan formación y empresa, ideas y riqueza, en el que nuevos empresarios, estudiantes ya en disposición de saltar a la economía real puedan ser asesorados, ayudados desde cualquier punto de vista: técnico, científico, financiero, legal y burocrático.

El edificio pretende ser un puente que lleve desde las aulas y los laboratorios hasta los despachos, los negocios y las factorías, hasta los proyectos rentables.

Ramírez de Arellano tomó la palabra para tratar de explicarlo pero se aferró a un antológico catálogo de lugares comunes, frases hechas y escuchadas mil veces durante los últimos 25 años. Habló de «sinergias», «apuestas», «convergencias», «impulsos decididos» y «alianzas institucionales». De focos de riqueza y nichos de empleo, de la economía de colores y el brillante futuro de la provincia.

Otra vez el futuro. Justo, el día en el que el paro se hacía presente por todas partes. Como en el último millón de días. Otro plan, otro convenio, otra promesa de resucitar El Olivillo, uno de los muchos edificios amplios y estratégicos, incluso históricos, abandonados, cerrados, ruionosos y sin uso en el perfil de La Caleta, en la capital gaditana.

Sin embargo, al ser preguntado, el consejero no pudo concretar plazos ni presupuesto del centro. No tiene fechas ni nadie sabe cuando estará. Lleva cerrado más de 25 años (18 de ellos en manos de la Universidad de Cádiz) así que cabe pensar que no hay prisa.

El rector de la Universidad de Cádiz, Eduardo González Mazo, puso realismo y pragmatismo a la presentación. Además de glosar las funciones del Centro de Transferencia Empresarial, su posible impacto («es muy necesario, no tenemos ninguno en la provincia») admitió que el proyecto tiene el añadido de suponer «una actuación importante para la ciudad. La Universidad de Cádiz recibió El Olivillo en 1998 y desde entonces no se ha realizado ninguna actuación. El edificio está en ruina técnica, muy deteriorado, en un estado lamentable».

González Mazo celebró que El Olivillo vaya a convertirse en «algo vivo» tras más de dos décadas de muerte y abandono. Incluso, lanzó la petición de que la recuperación de edificios se amplíe a otros inmuebles de la ciudad, por el bien de su campus universitario. Agradeció al delegado autonómico en Cádiz, Fernando López Gil, que haya sido «el alma» de este proyecto y que haya participado en numerosas reuniones de trabajo para sacarlo adelante.

Incluso, aportó el único dato concreto del acto. El rector detalló que el proyecto cuenta con 3,6 millones de euros para este año, el de plantear proyectos, firmar el convenio, cerrar la documentación y presentar planos, ideas, contenidos. Más allá, nada se sabe. Ni fechas, ni plazos ni coste. González Mazo retó a la administración autonómica: «Por nosotros, por la Universidad de Cádiz, las obras podrían comenzar mañana pero ya es cosa de la Junta, la Junta de Andalucía dirá».

Y el consejero habló y no dijo nada. Habló durante más de 15 minutos pero de sinergias, empeños, apuestas, riqueza, bagaje, esfuerzo, ilusión colectiva, colaboración y peces de colores. Como en los últimos mil discursos de los últimos mil representantes autonómicos a su paso por Cádiz.

Ver los comentarios