Cádiz

Los pecios escondidos en La Caleta

El libro ‘La Caleta. Entre la Tierra y el Mar. Un estudio diacrónico de uso’ repasa alguno de los hallazgos arqueológicos más importantes en la zona, algunos por descubrir

La playa de La Caleta esconde de materiales arqueológicos por descubrir. Antonio Vázquez

Fran M. Galbarro

Centenares de turistas la visitan a diario y aplauden el considerado recientemente como mejor atardecer de España. Son muchos los enamorados de las vistas que ofrece la playa de La Caleta, pero pocos saben que este lugar privilegiado esconde un patrimonio cultural subacuático único en Andalucía.

La Caleta ha constituido a lo largo de los siglos un entorno único para el desarrollo de todo tipo de actividades relacionadas con el mar. Sus fondos marinos recogen, aún tras décadas de despojos –es probablemente la zona más expoliada de toda Andalucía– , una huella del paso de la historia en la ciudad más antigua de occidente.

Los pecios son la joya de la corona entre el catálogo de hallazgos subacuáticos que los investigadores han descubierto en las últimas décadas, en las que se ha intensificado esta labor de estudio en la zona. Alberto J. Guillón Abao, Lilyam Padrón Reyes y Carlota Pérez-Reverte ahondan en esta cuestión en el libro ‘ La Caleta. entre la Tierra y el Mar. Un estudio diacrónico de su uso ’ intenta, donde reflexionan sobre la arqueología y la historia marítima de La Caleta desde una perspectiva interdisciplinar y con una mirada que parte desde el mar hacia la tierra.

Los 14 textos se han organizado en torno a cinco ejes temáticos: fuentes y métodos documentales y arqueológicos para el estudio de La Caleta; La Caleta como espacio físico cambiante; los usos y recursos de La Caleta; el valor defensivo de La Caleta: y los pecios y hallazgos diversos de época antigua, moderna y contemporánea en el entorno de La Caleta .

Presentación del libro.

Este último capítulo repasa los hallazgos submarinos más importantes de la zona, donde aún hoy los salientes rocosos del Castillo de San Sebastián siguen constituyendo una zona peligrosa para la navegación, siendo frecuente que se sigan registrando siniestros. En este artículo recopilamos algunos de los más importantes, los cuales esconden historias de naufragios milenarios.

Yacimiento del Bajo de Chapitel

Este yacimiento localizado a una profundidad de entre 10 y 14 metros está compuesto por 22 piezas de artillería de hierro de grandes dimensiones, un ancla y abundantes restos metálicos, pertenecientes al naufragio de un navío de guerra de época moderno-contemporánea . Históricamente se ha relacionado con los restos del navío francés Boucentaure, buque insignia de la escuadra francoespañola en la Batalla de Trafalgar. Al igual que otras embarcaciones, recibió el embate de los buques ingleses y quedó seriamente dañado. Trató de alcanzar el puerto de Cádiz, pero el desgaste le impidió esquivar los bajos del Castillo de San Sebastián, donde se acabaría hundiendo. Los investigadores han localizado a lo largo de los años cuatro núcleos secundarios con doce piezas de artillería en hierro.

La Caleta esconde el que puede ser el primer naufragio púnico occidental objeto de excavación

Pecio del bajo de San Sebastián

Durante años estos restos situados a 17 metros de profundidad se identificaron también con el navío Bucentaure. Allí se concentra parte del costado de un barco de mediano porte con siete piezas de artillería de hierro, dos anclas y armas españolas que datarían de finales del siglo XVIII o inicios del XIX.

Sin embargo, las investigaciones realizadas en 2008 permitieron comprobar que el barco no presenta una estructura propia de un buque de guerra de gran porte, por lo que se evitó la relación con el barco francés hundido tras la batalla de Trafalgar. La embarcación sí llevaba cañones que evidenciaban una intención defensiva , aunque su origen está por concretar.

Pecio púnico del Canal La Caleta

Los buceadores gaditanos conocen a esta zona como La Escombrera, separada a unos 40 m del arrecife de San Sebastián en dirección a la Punta del Nao y a 17 metros de profundidad, donde se esconde un pecio que pasó desapercibido en los trabajos realizados durante los 80. Un ánfora extraida en la zona junto a otro ejemplar ahora expuesto en el Museo de Cádiz permite a los investigadores apostar por la presencia de un pecio del siglo V a. C. en la zona . Se trataría del primer naufragio púnico occidental objeto de excavación, lo que permitiría estudiar los sistemas de construcción naval del siglo V a. C.

Pecio del Ladrillo

Un grupo de submarinistas extrajo en 1959 de aguas cercanas al Castillo de San Sebastián parte de la carga de un barco hundido , que incluía cerámicas vidriadas con decoraciones polícromas (fuentes, escudillas, platos...). Los materiales dejaban algunas pruebas que hacían indicar que el barco que las trasportaba había sufrido un incendio . La investigadora Vallespín descubrió años más tarde el Pecio del ladrillo, varias hiladas de material constructivo y diseminados por el fondo. Serían piezas de producción sevillana, de los talleres de Triana, cuyo naufragio debió producirse entre 1800 y 1850.

Algunas de las piezas que están siendo recuperadas en el CAS de Cádiz. A. Vázquez

La Olla - Punta del Sur

Se trata de uno de los puntos más peligrosos para el buceo en la zona. Allí han aparecido anclas pétreas de tipo oriental y cepos de plomo de tipo romano. Existen indicios que señalan la presencia en la Punta del Sur de un naufragio de época fenicia arcaica que llevaría a bordo galena y envases , aunque el pecio no tiene una localización precisa al margen de los testimonios de los buceadores locales.

La Albujera

Al pie del arrecife del Castillo de San Sebastián se encuentra un pecio romano imperial . Los materiales localizados en el entorno del Pecio del Clavo indican que puede tratarse de un único yacimiento en buen estado de conversación, al menos en la parte que parece aún permanecer bajo el nivel del fondo –el yacimiento sufrió un importante expolio a lo largo del siglo XX–. Los envases olearios señalan que el pecio se situaría en torno a mediados del siglo I. Los investigadores proponen seguir interviniendo en la zona, que permitiría aportar interesantes datos sobre la dinámica de la interacción portuaria y comercial del eje Guadalquivir-Gades.

El Aculadero

Situado en talud al pie del arrecife de la Punta del Nao, cercano a una roca que emerge junto a la boca del lago que le da nombre y a unos diez metros de profundidad, esta zona esconde gran cantidad de ánforas apiladas y restos de estructura de madera debajo . El material recuperado necesita aún una actualización de su interpretación para conocer su origen.

Punta del Nao

Esta zona aporta varias localizaciones con yacimientos interesantes. En los ronqueos de la punta del arrecife de Santa Catalina, a una profundidad de 15 metros, se sitúan varias concentraciones de fragmentos de ánfora de gran tamaño . Hay indicios de que en esta zona se situarían uno o varios pecios romanos.

Pecio de las dolias

En la Punta del Nao, a unos 8-10 metros de profundidad, los buceadores describen un área con cinco o seis grandes contenedores que aún no ha sido prospectada, por lo que el yacimiento en cuestión está aún por localizar.

Pecio de la sigillata

El arrecife de San Sebastián esconde restos anfóricos dispersos y pequeñas anclas de piedra, además de dos piezas de sigillata (tierra cerámica sellada). En esta zona también se situaría el Pecio del Lingote .

Bajo de La Cepera

El topónimo es popular y no aparece en las cartas náuticas, por lo que todo hace indicar que proviene de la abundancia de cepos en la zona. En este bajo rocoso situado en la conexión entre Chapitel y Laja Herrera se han detectado concentraciones con material cerámico de época fenicio-púnica y romana. Los investigadores consideran la posibilidad de que estos materiales correspondan a un barco volcado sobre el bajo , aunque también se valora que esta zona estuviese dedicada en la antigüedad, cuando estaba plenamente emergida, para el fondeo.

Bajo de Chapitel

Este bajo conecta La Cepera y Laja Herrera y concentra materiales no anfóricos que se relacionan con actividades culturales de los siglos VI-III a. C, aunque no hay, de momento, indicadores claros que permitan situar algún naufragio de esas etapas históricas.

Canal del Sur

Esta zona es clave para caracterizar el probable uso de la zona norte de La Caleta como área de fondeo de importancia siglos atrás. En la zona de rocas en medio de la llamada Canal Vieja o Canal del Sur, una zona que pudo tener uso como fondeadero, se han detectado distintos restos cerámicos púnicos y de época romana imperial con una diacronía muy amplia, entre los siglos V a. C. y V d. C.

En la misma zona se localizaron cuatro piedras de molino de 1,10 m de diámetro; existe la posibilidad de que haya restos de alguna embarcación asociada .

Artillería en La Cepera

En la cara oeste del bajo de La Cepera se han localizado cuatro piezas de artillería de hierro, falconetes pedreros de una longitud de metro y medio cuya cronología abarcaría los siglos XVI-XVII.

Cañoles de la Laja Norte

A unos 120 metros del pecio del Bajo de San Sebastián y a apenas ocho metros de profundidad se sitúa un ancla de hierro tipo almirantazgo, ocho piezas de artillería de hierro y algunos restos metálicos indeterminados. Las piezas coinciden con los materiales documentados en el Pecio de San Sebastián, aunque los investigadores sólo plantean esta relación como hipótesis.

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