los profesionales opinan

«El puente es un símbolo en sí mismo»

El tiempo dará al proyecto su lugar en la historia y parece que ya nadie duda de que será muy relevante

e. martos
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La impresionante obra del segundo puente ha sido seguida de cerca por profesionales de la ingeniería y la arquitectura que ven en ella «un nuevo símbolo» en sí mismo. Con mayor o menor entusiasmo, parece existir unanimidad sobre el potencial de esta infraestructura para una ciudad como la capital gaditana. Hoy todo son esperanzas en el futuro y buenos augurios, a pesar de los problemas de tráfico que han surgido y las dudas sobre la capacidad para asimilar la afluencia de vehículos. «El tiempo le va a dar su sitio en la historia», se muestra convencido Luis Rico, ingeniero de caminos, que comparte la misma profesión con el diseñador del puente.

Este profesional no quiso perderse la inauguración del pasado jueves

, a la que asistió como representante de la provincia en el Colegio profesional. «Es una magnífica obra, además de ser una obra de arte». Rico cree que este puente «es ya un símbolo» reconocible como las Torres KIO, de Madrid o la Torre Eiffel, de París. También valora que lleve la firma de Javier Manterola, que es una referencia mundial en este tipo de construcciones, «eso le da un valor añadido».

Esa confianza la pone también el reconocido arquitecto Alberto Campo Baeza, autor del espacio Entre Catedrales, que considera este nuevo puente «un regalo». Un regalo para la que este profesional considera «la ciudad más hermosa del mundo». Destaca esa función de comunicación que cree «fundamental» y se muestra convencido de que con el tiempo adoptará la importancia que merece.

Patricio Poullet, jefe de la Demarcación de Costas e ingeniero de caminos, desvelaba el viernes a la prensa local que ha tenido un pequeño papel en este increíble proyecto, el de asesoramiento. Una colaboración que le ha permitido seguir de cerca la obra. El jueves también participaba de esa deseadísima apertura. Poullet destacaba entonces que se ha traído a Cádiz «la mejor tecnología que existe en el mundo» para levantar esta infraestructura. Y aprovechó para sacar pecho por la ingeniería española.

Una corona para Cádiz

La ingeniería española que le ha puesto «una corona a Cádiz». Así describe la vista desde el Castillo de San Sebastián el arquitecto Víctor Gómez, anterior decano del Colegio profesional de Cádiz. Dada la envergadura, destaca que necesita acomodo en ese imaginario colectivo, encontrar su hueco y que la ciudad se haga a él. Es por eso que para Gómez puede suponer «un problema a corto plazo y, sin duda, una solución a largo».

Tampoco duda de que «la divulgación que está teniendo, con todos los récords, lo convierten en un icono por sí mismo y sobre todo ligado a Cádiz». Si ha sido o no una decisión acertada, el tiempo lo dirá, pero en cualquier caso, sí advierte de que la ciudad necesitará un cambio radical para asimilarlo, al menos en la parte de su entronque, «donde aún es débil».

Más partidario de que el nuevo acceso es solo el principio de la transformación que le hace falta a la capital gaditana se muestra el arquitecto José María Esteban, para el que verlo puesto en servicio ha sido una inyección importante de optimismo. Como una «asignatura cumplida» asume esta monumental infraestructura que «refuerza el concepto de Bahía» y de área metropolitana.

«Quiero felicitar a Javier Manterola porque la belleza no es solo visual, ha conseguido que el recorrido sea muy agradable», explica de su experiencia al cruzarlo. Otra cosa es la desembocadura en Cádiz, a la que le ve carencias. También propone la posibilidad de crear un acceso hacia la nueva terminal de contenedores del puerto, una iniciativa ambiciosa que, sin duda, tendría que esperar.

Sobre la obra en sí, destaca que es una «imagen icónica muy fuerte» que aún hay que asimilar. Pero en ese asunto su respuesta es la misma: «todo lo que sea invertir en Cádiz, será bienvenido».

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