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Sociedad

Los hermanos Coen inundan Cannes de humor, música y buenas vibraciones

Regresan con 'Inside Lleewyn Davis', divertido y melancólico viaje por los ambientes musicales de Nueva York en los 60

COLPISA / AFP
CANNES.Actualizado:

Los hermanos Coen inundaron ayer Cannes de risas, buena música y mejores vibraciones con 'Inside Lleewyn Davis'. Protagonizada por el actor y cantante guatemalteco Oscar Isaac Hernández y el estadounidense Justin Timberlake, la película evoca con humor y melancolía la escena musical de Greenwich Village, el barrio bohemio de Nueva York, a comienzos de los años 60. Ganadores de la Palma de Oro en 1991 por 'Barton Fink', mejores directores en Cannes con 'Fargo' (1996) y 'El hombre que nunca estuvo allí' (2001), Ethan y Joel Coen construyen, con su peculiar y original estilo, el personaje central de la película, Llewyn Davis.

Encarnado con brillantez por Hernández -guatemalteco de 33 años, de madre guatemalteca y padre cubano, pero criado en Miami- Llewyn sueña con triunfar en la música. Pero sólo conocerá la derrota.

Son los años anteriores a Bob Dylan. El Village es el centro de la bohemia, el aire está cargado de canciones folk, y Llewyn trata de sobrevivir, durmiendo en el sofá de amigos como Jim (Justin Timberlake) y soportando el desprecio de la mujer de este, Jean, encarnada por la británica Carey Mulligan, de 27 años y estrella de 'El Gran Gatsby', que abrió esta edición de Cannes.

El momento álgido de la película -tan cómico como oscuro- es el viaje en coche de Llewyn de Nueva York a Chicago en pos de la fama y el éxito. Es invierno, el conductor es Garret Hedlund -protagonista de 'En el camino', del brasileño Walter Salles-, y en el asiento trasero va el inmenso John Goodman, actor fetiche de los Coen, que encarna a un músico de jazz. Con ellos viaja un gato, que según los Coen, es protagonista destacado del filme. «Nos preocupaba que no hubiera hilo conductor, así que encontramos al gato», explicó Joel Coen en una presentación salpicada de carcajadas.

A los realizadores de 'No es país para viejos' -que dio a Javier Bardem su Oscar-, siempre les interesó la escena de la música folk en la Nueva York de los 60, pero que se propusieron construir un filme sobre «un personaje y su tortuosa relación con el éxito, que no siempre se debe al talento».

«El éxito o el fracaso es resultado de una combinación de factores, como estar en el buen lugar en momento adecuado y conocer a la gente que cuenta, que puede catapultar tu carrera», admitió Timberlake en la concurrida presentación. «Basta un minuto, la presencia de un crítico del New York Times una noche», admitió el músico estadounidense T- Bone Burnett, autor de la música del filme, explicando cómo algunos, como Bob Dylan, triunfan, y otros se perecen en el intento.