La FAPE dice que la salida de crisis está ligada a la libertad de expresión

La Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) ha mostrado hoy su convencimiento de que la salida de la crisis del sector periodístico está ligada al fortalecimiento de la libertad de expresión y de prensa.

Así se asegurado en la Declaración de Cádiz en defensa de la libertad de expresión aprobada y leída hoy en el Oratorio de San Felipe Neri dentro del homenaje que han hecho los periodistas españoles a la Constitución de 1812 y en el que han estado presentes la presidenta de la FAPE, Elsa González y el periodista Enric González, entre otros.

En el documento, se asegura que fortalecer la libertad de prensa es "condición imprescindible para que el periodismo ejerza su función de control y vigilancia del poder".

Antes de dar lectura a la declaración, Elsa González ha señalado que "gracias a los cimientos" que puso la Carta Magna gaditana "nuestra profesión puede desarrollarse en libertad".

González ha afirmado que "atravesamos una etapa difícil y compleja en el periodismo marcada por cambios tecnológicos y una crisis sin precedentes", una etapa de la que "debe emerger el nuevo periodismo".

Para ello, "es preciso que articulemos las bases del futuro, que será diferente pero no inferior", ha añadido la presidenta de la FAPE, quien ha asegurado que el periodismo "es más necesario que nunca para afianzar la libertad de expresión, para mantener principios como los que brotaron" con la Constitución de 1812.

Por su parte, el periodista Enric González ha reflexionado sobre los males del periodismo en los que, a su juicio, ha tenido mucho que ver "la anestesia" a la que han estado sometidos los periodistas durante mucho tiempo "al igual que los políticos y los banqueros".

Para Enric González, "la primera obligación de un periodista es molestar" pero han "rebajado nuestras exigencias y nuestra integridad y hemos sido siervos de las circunstancias como los demás".

Para González, el futuro del periodismo, sobre todo de la prensa escrita, debe pasar por la "fiscalización del poder, la descripción de la realidad, hablar de personas y de hechos con honestidad y sinceridad".

El acto ha finalizado con la lectura de la Declaración de Cádiz en defensa de la libertad de expresión, en la que se ha recordado que este derecho fue establecido por primera vez en la Constitución de Cádiz , cuando los diputados doceañistas "concibieron la prensa como instrumento esencial de progreso para la ilustración del pueblo, para la formación de la opinión pública, para el control del Gobierno y de los gobernantes".

El documento señala que el periodismo vive "la peor crisis de su historia", amenazado por la precariedad laboral, los despidos, el intrusismo, los abusos y las presiones políticas y empresariales "que han deteriorado progresivamente el ejercicio de este oficio".

Advierte la Declaración de Cádiz de que la libertad de expresión pierde vigor si se toleran sistemas de trabajo que explotan a los periodistas con salarios indignos, o sin remuneración alguna, un escenario que propicia la pérdida de la independencia y de la calidad de la información.

Además, la declaración subraya que la discriminación salarial y las trabas al acceso de las mujeres a los puestos directivos de los medios es otra forma de limitar la libertad de expresión, porque esta libertad "es de todos y no de un género en particular