BALONMANO

San Antonio, un histórico que abandona el balonmano nacional de élite

Tras no encontrar patrocinador, el club pamplonés no puede continuar en División de Honor

PAMPLONA Actualizado: Guardar
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La renuncia hecha pública este viernes del San Antonio a la máxima categoría del balonmano nacional supone la caída de un histórico de este deporte, que alcanzó la cúspide con 11 títulos en 17 temporadas consecutivas en la elite, pero al que la falta de un patrocinador le ha conducido a un callejón sin salida.

La Sociedad Deportiva Cultural San Antonio, fundada en 1955, logró meterse en la elite del balonmano nacional el 19 de marzo de 1972, tras imponerse el entonces Werner San Antonio al Puerto Sagunto por 14-18.

Después de permanecer ocho años en la máxima categoría bajo el patrocinio de Schweppes, Reynolds y Ronkari, el club descendió en la temporada 79-80 y no retornaría a la División de Honor hasta nueve años después, al imponerse en un abarrotado pabellón Arrosadía al Caserío Vigón por la mínima (24-23), con 16 goles de Obucina y "Zupo" Equísoain en el banquillo.

Pese a los éxitos en el plano deportivo, lo cierto es que los problemas financieros ha sido un mal endémico del San Antonio. A lo largo de sus 40 años de trayectoria, directivos, jugadores y técnicos han tenido que recurrir a cualquier medio para financiar viajes y otros gastos con multitud de historias y anécdotas que permanecerán para siempre en su memoria.

De hecho, el 23 de julio de 1993, el entonces presidente Fermín Tajadura anunció la retirada del equipo Mepamsa San Antonio de la máxima categoría por falta de medios económicos para afrontar los gastos exigidos por la Liga.

La historia se repite 19 años después, aunque en esta ocasión duela más por el hecho de haber sido un club que ha tocado el cielo con los dedos y, siendo el más laureado del deporte navarro junto con el Itxako, no haya sido capaz de consolidar un proyecto deportivo que engrosó su palmarés con nada menos que once títulos.

Después de una travesía de dos años en División de Honor B, Ariston San Antonio logró en Oviedo el tercer y definitivo ascenso a la Liga Asobal el 23 de abril de 1995 de la mano de David García y con Goran Dzokic como máximo artillero.

Seguros Lagun Aro devolvió la espera tranquilidad económica al equipo, aunque fue la entrada de Cementos Porland en 1997 lo que cambió el destino del club albiazul.

El equipo navarro protagonizó un ascenso fulgurante de nuevo con "Zupo" Equísoain en el banquillo y jugadores como Martín, Jáuregui, Villaldea, Kisselev o Buligan deleitaron con su juego al público y llevaron la primera Copa del Rey a las vitrinas del club un 14 de febrero de 1999.

A partir de entonces se sucedieron los éxitos: 1 Copa de Europa (2001), 2 Ligas (2001/02 y 2004/05), 2 Copas del Rey, 3 Supercopas de España, 2 Recopas y 1 Supercopa de Europa se alzaron en poco más de seis años en los que la afición navarra vibró con la gesta y disfrutó de una larga lista de jugadores que fueron desfilando por Arrosadía y más tarde el Universitario como Garralda, Iakimovic, Ambros, Mainer, Norklit, Richardson, Balic, Hombrados, Juancho, Lozano, Svensson o Rivero, al que perdió en noviembre de 2004.

Sin embargo, el globo comenzó a desinflarse en 2008, año en el que la empresa cementera comunicó al club antoniano que buscara un copatrocinador, ya que tenía previsto reducir su aportación en los años venideros.

En 2009 se encendieron todas las alarmas. Portland bajó su aportación a una sexta parte y el Gobierno de Navarra tuvo que echar un cable al San Antonio, que pasó a denominarse Reyno de Navarra.

Se inició así una dura etapa marcada por los contratos anteriores y cada vez con menos ingresos. A los nuevos presidentes antonianos, Miguel Galarraga y Doroteo Vicente, les ha correspondido lidiar con unos presupuestos cada vez más escasos y una deuda que ha ido creciendo al mismo tiempo que descendía el nivel del equipo y el apoyo en la grada.

La ayuda en 2010 de la empresa navarra Amaya Sport fue un soplo de aire fresco para mantener al equipo en Asobal y hacer frente a la Recopa de Europa, que llegó a la semifinal, pero su retirada y la imposibilidad de encontrar un nuevo patrocinador en una época de crisis económica global ha terminado por dilapidar a un grande cuyo futuro, después de 17 años consecutivos en División de Honor, pende ahora de un hilo.

Villa de Aranda, sustituto

El Club Balonmano Villa de Aranda ha presentado a primera hora de esta mañana toda la documentación exigida por la Liga ASOBAL para ocupar la plaza liberada por el San Antonio de Pamplona y poder jugar así, por primera vez en su historia, en la división de honor.

Para poder disfrutar de la plaza del equipo navarro, que ha renunciado por problemas económicos, la directiva del club burgalés calcula que será necesario incrementar el presupuesto previsto para esta próxima campaña en alrededor de 100.000 euros.

Con este dinero deberá profesionalizar todos sus estamentos, incluyendo en su plantilla a un mínimo de doce jugadores profesionales cuyo sueldo no podrá ser inferior a 9.000 euros por temporada.

Asimismo deberá terminar de reunir antes del 27 de julio los 66.100 euros de aval que solicita la Liga ASOBAL como seguro en caso de impagos, de los cuales aún faltan alrededor de 25.000 después de que varias entidades públicas y privadas hayan garantizado su colaboración en el proyecto.

En el caso de que el Villa de Aranda finalmente cumpla con todos estos requisitos, la temporada que viene se codeará con varios de los equipos de balonmano más potentes del mundo, como el Barcelona o el Atlético de Madrid.

De momento, el primer paso ya está dado y el club ha entrado en el sorteo de la Liga ASOBAL celebrado esta mañana después de que la asamblea convocada de manera urgente por la directiva del equipo diera ayer por la noche luz verde a la propuesta de jugar en la máxima categoría del balonmano nacional.

Tanto el club como sus socios han entendido que la oportunidad que se les brindaba tras la renuncia del San Antonio era histórica y no se podía dejar pasar.

El Balonmano Villa de Aranda se quedó a un paso de la Liga ASOBAL al perder la final de la fase de ascenso contra el Cangas de Morrazo.