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La crisis se lleva por delante Vinoble

El Ayuntamiento comunicó ayer por sorpresa a la organización que no es el momento de celebrar este evento

María José Pacheco
JerezActualizado:

Al final no habrá nueva edición de Vinoble en junio de este año. Es el último y parece que definitivo capítulo de esta historia en la que la situación económica por la que atraviesa el Consistorio jerezano ya había provocado que este salón de los vinos nobles que se celebra en la ciudad cada dos años, y que es todo un referente para el sector y un escaparate para Jerez, viera mermadas sus aspiraciones y presupuesto para esta edición.

Ahora ha llegado la cancelación definitiva –al menos para este año– de esta prestigiosa feria monográfica que se convierte así en la nueva víctima del dramático estado de las arcas municipales. Y eso que cuando a finales del pasado año se adjudicó el comisariado de este evento a una nueva empresa, el Equipo Navazos, para que se encargara de poner en marcha la octava edición, la propia alcaldesa, María José García-Pelayo, había apuntado que «aunque tengamos un salón más austero debido a las condiciones del Ayuntamiento, lo importante es mantener la presencia y el protagonismo dentro y fuera de la ciudad con estos foros que sirven de magnífico altavoz».

Pero con el paso de pocos meses la asfixia económica y los impagos se han agravado hasta el punto de que, como ya ocurriera con la instalación de los palcos de Semana Santa, el equipo de gobierno ha decidido que éste no es el momento adecuado para seguir adelante con la idea de celebrar Vinoble, a la que en esta ocasión se le había reservado un presupuesto final –ya recortado respecto a anteriores ediciones– de 43.660 euros, un 8% menos que el canon estipulado en la propuesta de adjudicación.

Según han confirmado a este medio fuentes de toda solvencia, fue ayer mismo, el día en que los organizadores del salón llegaron a Jerez con el programa de actos ya cerrado para su presentación, cuando desde el gobierno local se les convocó a una reunión en la que se les transmitió la decisión que se había tomado y que apostaba por la cancelación de Vinoble hasta que la situación de la ciudad, y sobre todo de su Ayuntamiento, mejore. Y no solo en el plano económico, sino también en todo lo que se refiere a conflictividad social.

La noticia no tardó en conocerse en los foros especializados de todo el mundo, y ayer no fueron pocas las webs, perfiles de Facebook y cuentas de Twitter que, en cualquier idioma, se hicieron eco de lo que calificaron sin duda de «lamentable noticia».

En algunas de esas páginas web incluso daban detalles que afirmaban que los propios organizadores del evento ya habían empezado ayer mismo a llamar a todos los que se habían comprometido a acudir al salón para que dieran marcha atrás en su intención.

Muchos de ellos expresaban su confianza en que la decisión sea temporal y «Vinoble renazca de sus cenizas», y sobre todo apuntaban la posibilidad de que si lo hace lo haga de la mano del que iba a ser por primera vez su comisario en esta edición, el catedrático y experto Jesús Barquín, del que dijeron que está «desolado» porque «había logrado completar para esta edición un magnífico programa pese al apretado presupuesto».

Hay que recordar que en esta ocasión el principal revés que sufrió la organización de Vinoble fue la retirada de la financiación de la administración autonómica. La alcaldesa desveló en su momento que este año la Junta se había desmarcado totalmente de este evento, al que aportó 120.000 euros en 2010. Después, el Consejo Regulador del Vino anunció que aportaría unos 50.000 euros, lo que compensaría la ausencia anterior. Sin embargo, parece que no ha sido suficiente.