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Miguel Domecq dio a conocer ayer sus nuevos caldos. :: J. FERGO
Jerez

Vinos de autor al estilo Domecq

La bodega Entrechuelos presenta dos tintos y un blanco de alta gama; La marca Alhocen agrupará estos caldos, fruto de un elaborado proceso de crianza y de una cuidada selección desde la viña

MARÍA JOSÉ PACHECO
JEREZ.Actualizado:

Eran los vinos que faltaban en el portafolio de la joven bodega Entrechuelos, ésa que ha nacido en la Finca Torrecera de la mano y el impulso de un jerezano con apellido predestinado para este negocio, Miguel Domecq. Y es que ayer, en la bodega diseñada por el arquitecto Alberto Ballarín e inaugurada a finales del pasado año, vieron la luz los nuevos caldos de alta gama de esta empresa, tres tesoros enológicos que se engloban bajo la marca Alhocen y con una importante crianza a sus espaldas.

El nombre de uno de los pagos de la finca coronada por un torreón almohade sirve para comercializar estos dos vinos tintos y uno blanco de los que Domecq afirma que «son nuestro orgullo, los vinos que nos hacía verdadera ilusión sacar al mercado», y que se unen a la gama Entrechuelos que ya está a la venta desde finales del año 2009.

La estrella de los caldos presentados ayer es el denominado Selección Personal, un reserva realizado con una mezcla de cuatro variedades de uva distintas y que ha estado en barricas de roble francés nuevas durante 12 meses.

Es un caldo complejo, en el que la cabernet, la merlot, la syrah y la tempranillo «están armoniosamente ensambladas», según recalcó Miguel Domecq, y llevan esperando desde la cosecha del año 2008: primero durante un año envejeciendo en barricas por separado y después otros dos años más tras el 'coupage'.

El propietario de la bodega y sus enólogos, Joaquín Gómez Besser y Javier Díez, recalcaron ayer que su salida al mercado será con una producción limitada (alrededor de 5.000 botellas).

También tinto, y apenas un peldaño por debajo de la joya anterior, es el crianza elaborado a partir de dos variedades (syrah y merlot) que crean un caldo «intenso pero también armonioso, en el que hemos querido ir un poco más allá de los monovarietales y apostar por un 'coupage' muy conseguido que va a encantar al consumidor», puso ayer de relieve Domecq.

El tercero de los caldos de autor que se presentó ayer es sin duda el más original. Se trata de un blanco elaborado al cien por cien con la variedad chardonnay pero al que se le ha dado un toque diferente al dejarlo fermentar y envejecer en barricas de roble, lo que le confiere unas características especiales.

Este vino blanco elaborado con la cosecha de 2010, y que ayer hizo las delicias de los que asistieron a la presentación en la propia bodega, tiene para su propietario la virtud de unir y equilibrar los aromas delicados de su variedad con el toque de la madera, una apuesta que parece antagónica y que ha hecho posible que nazca este caldo que también saldrá al mercado en una edición limitada, singular y «para los muy entendidos».

«Productos exquisitos»

Para el alma máter de esta empresa, «ahora era el momento de que estos caldos vieran la luz, y son perfectos para ser degustados, aunque son tan exquisitos que también tienen la ventaja de que dentro de cinco o seis años seguirán siendo perfectos y habrán evolucionado y cambiado a gusto de cada uno».

Sin duda Miguel Domecq, que durante 25 años ha estado dedicado a la promoción y comercialización de los caldos tradicionales de la Denominación de Origen del jerez en la empresa familiar, no puede disimular su orgullo por sus nuevos productos, muy distintos también del concepto tradicional de los Vinos de la Tierra de Cádiz, que se suman a los tintos y blancos que se pusieron a la venta en 2009 y con los que se pusieron el reto de vender entre 200.000 y 220.000 botellas al año manteniendo la máxima calidad. Según sus propias palabras ayer, «en poco tiempo ya hemos llegado muy lejos».