Artículos

Cuento de Navidad

COMPLEMENTO CIRCUNSTANCIAL Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Mucho antes de que Freixenet decidiera aprovechar el anuncio del año pasado, lleva usted aprovechando esos zapatos que, de gastados, parecen de un número más grande. Mucho antes de que los de la lotería le dijeran que hay muchas navidades pero que están en ésta -cada año hacen peores anuncios- , lleva usted un número doblado en la cartera por si alguna vez el Gordo se equivoca y pasa por aquí. Mucho antes de que tuviera ganas de cantar lo de vuelve a casa vuelve, tuvo que juntar las camas para que donde caben dos pudieran caber cuatro, porque vuelven, sí, pero no solos. Mucho antes de que llegaran los catálogos de juguetes, sabía que este año los Reyes también estaban en paro y que echarían mano de la «ayuda familiar».

Pero no puede pararse a pensar mucho. Porque a pesar de todo, se alegra de que a los niños no les guste el turrón duro y de que haya marcas blancas, y se consuela pensando que todo el marisco es congelado y que a pesar de la crisis, no le falta nadie a la mesa. Imaginando que podía ser peor. Mucho antes de que oficialmente se encendieran las luces de las calles, ya sabía lo que eran las noches en blanco, pensando en cómo llegar a fin de mes y en cómo llenar la bolsa cuando va a ese mercado tan nuevo que le han puesto. Y porque hace tiempo que se dio cuenta de que ni el cambio climático haría florecer a aquellos brotes verdes que le prometieron, porque no a usted no le importan las banderas del Bicentenario, ni los tortazos que le den a Berlusconi y porque ya le suena a canción vieja lo del paro y la vivienda, hace mucho que decidió saltarse todos los protocolos y ser feliz. Y hace usted bien.