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Fomento achaca el accidente del 'Sierra Nava' al temporal, al garreo del ancla y a que no solicitó ayuda

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El informe de la Comisión Permanente de Investigación de Siniestros Marítimos -dependiente del Ministerio de Fomento_achaca el accidente del 'Sierra Nava', ocurrido el 28 de enero de 2007 en la Bahía de Algeciras , a la "incapacidad" del buque para de tener su movimiento al garrear el ancla, a la acción del viento, a la no utilización del otro ancla y a que no solicitó ayuda, entre otras cuestiones.

Según dicho informe, consultado por Europa Press, las condiciones meteorológicas eran "particularmente adversas" el día del accidente, con viento del Este de fuerza ocho a nueve en la escala Beaufort -unos 90 kilómetros por hora- y rachas de fuerza diez, mar de la misma dirección y chubascos intermitentes.

El buque llevaba 21 días fondeado en el fondeadero C de la Bahía de Algeciras, el que le fue asignado por la Autoridad Portuaria, con el ancla de estribor y cinco grilletes en el agua. En el momento del siniestro se encontraba sin cargamento y, debido al mal tiempo, el buque garreó y embarrancó en Punta Bodiones, muy cercana a la Punta San García. Sus 14 tripulantes fueron rescatados ilesos y trasladados a tierra mediante un helicóptero de Salvamento Marítimo.

IMPACTO AMBIENTAL

Como consecuencia de la varada, se produjo una contaminación de unos 100 metros cúbicos de fueloil y gasoil, una parte del que el 'Sierra Nava' llevaba en sus tanques como combustible. El vertido afectó a varios kilómetros de costa, por lo que se activó el Plan Nacional de Contingencias por Contaminación Marina Accidental y el Plan Territorial de la Junta de Andalucía.

El armador también contrató a una empresa para las labores de limpieza, que se prolongaron hasta el 22 de febrero, cuando se reflotó el buque. El 'Sierra Nava' sufrió numerosos daños en el casco que lo hicieron "irrecuperable para la navegación", por lo que fue llevado al puerto de Aliaga (Turquía) para su desguace.

En total, se recogieron 2.764 toneladas de tierra con restos de hidrocarburos; 151,9 toneladas de lodos; 8,3 de material contaminado y 401,5 toneladas de mezcla de agua e hidrocarburos. En consecuencia, resultaron afectadas dos zonas ubicadas dentro del Parque Natural del Estrecho.

DETALLES, CONSIDERACIONES Y CONCLUSIONES

La comisión concluyó que el 'Sierra Nava' cumplía con las condiciones de seguridad marítima exigidas, por cuanto tenía en vigor todos los certificados obligatorios, había superado todas las inspecciones realizadas en los últimos seis años, nunca fue detenido por deficiencias y su tripulación era la adecuada de acuerdo con su certificado.

Según dijo, el garreo del ancla no es imputable a las condiciones del fondo sobre el que actuaba, puesto que se trt de "un buen tendero". Asimismo, manifestó que los buques fondeados próximos al 'Sierra Nava' optaron por abandonar el fondeadero y ponerse a salvo en otra situación.

No obstante, el capitán decidió no salir a capear el temporal aduciendo que en su estancia de tres semanas en el fondeadero ya se había producido otro temporal de similares características y el buque había aguantado bien, circunstancia que "no figura en el Diario de Navegación del buque y que no concuerda con los datos facilitados por el Centro de Coordinación de Salvamento Marítimo de Algeciras". En este sentido, la comisión consideró que hubiese sido "aconsejable" virar ancla y buscar una zona de fondeadero "más segura".

Del mismo modo, la comisión observó que "en los primeros momentos, aunque con cierta dificultad, no era imposible detectar que se estaba produciendo un garreo". Asimismo, indicó que durante la maniobra de virar la cadena del ancla, se averió el molinete de estribor por rotura del tubo hidráulico, que retrasó el izado del ancla al trabajar con más dificultad. Además, el ancla de babor no se fondeó, permaneciendo alojada en el escobén.

En cuanto al procedimiento de comunicaciones marítimas establecido conjuntamente por la Autoridad Portuaria y la Capitanía Marítima, dijo que "no se observó debidamente", ya que el buque no notificó el garreo cuando se percató de él y tampoco que iba a levar ancla. De hecho, la primera comunicación fue a requerimiento del centro de comunicaciones "seis minutos antes de varar" y la segunda fue para notificar que había tocado fondo. Además, durante el garreo "no solicitó ayuda de remolcadores ni de otro tipo".

CAUSAS

Entre las causas del accidente, el informe de la comisión de investigación menciona la "disposición inadecuada de lastres en el buque" y que no se evaluó satisfactoriamente la situación en general.

También alude a la "utilización inadecuada" de la máquina avante y a la no utilización del ancla de babor y/o largado de la de estribor al observar las dificultades para que ésta zarpara del fondo.

A todo ello, añadió dos factores coadyuvantes, como la "no solicitud de ayuda o asistencia del servicio de remolcadores portuarios" y la "falta de notificación del garreo, desde el primer momento" al Centro de Coordinación de Salvamento Marítimo de Algeciras, lo que "demoró" la movilización de medios de salvamento y remolque.

RECOMENDACIONES

En virtud de todo lo anteriormente expuesto, la Comisión Permanente de Investigación de Siniestros Marítimos realizó una serie de recomendaciones dirigidas a los capitanes con la idea de evitar futuros accidentes.

Así, instó a los capitanes de los buques a que mientras permanezcan fondeados en las zonas asignadas por las autoridades portuarias "adecuen las condiciones de asiento a las condiciones meteorológicas previstas en cada momento" y recomendó un "seguimiento exhaustivo" de los movimientos de sus buques con el fin de detectar posibles garreos "a la mayor brevedad".

También señaló a los capitanes de los buques con avería cuyas anclas garreen la conveniencia de utilizar todos los medios a su alcance para inmovilizar el buque, tales como "solicitar la ayuda inmediata de los remolcadores, el largado de más cadena o el fondeo del otro ancla", al tiempo que recordó la "obligación" de notificar las situaciones de emergencia a los centros de coordinación de salvamento correspondientes.

Finalmente, se dirigió a los capitanes marítimos, a quienes instó a que las condiciones de seguridad establecidas para cada zona de fondeo del puerto contemplen "limitaciones a la permanencia de los buques en el fondeadero en función de las características geográficas de la zona y de las condiciones meteorológicas".