El arranque del Paseo de Las Canteras se ha convertido en un punto de reunión para los aficionados al mundo canino./ A. J.
PUERTO REAL

Un salto de calidad 'animal'

Las Canteras sirven de escenario para unos circuitos de habilidad canina que promueven con el objetivo de que las mascotas sean «más sociables»

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«No hay perros ni buenos ni malos, sino errores humanos», el lema de Elemento Canino, se respira mientras los voluntarios montan la pista de obstáculos. Comenzaron unos amigos, y poco a poco, se han ido concentrando más y más personas en el inicio del Paseo de Las Canteras, hasta que decidieron crear este colectivo que potencia la «sociabilidad» y el ejercicio en los perros.

La base del proceso está en 10 directrices para ser «un buen ciudadano canino», basada en criterios de la Asociación Canina de Estados Unidos. «Para empezar con el Agility tiene que estar solucionado que el perro ande sin tirar de la correa, que no se cohiba con una multitud o que con el ruido no se distraiga», enumera Antonio Ladrón de Guevara, responsable de Elemento Canino.

El examen

Cada animal pasa su «examen» personalizado, y según sus calificaciones se le diseña una preparación: «Si sacas un 5, estás bien para el Agility -que así lo llaman-con correa, si sacas un 8 ó más, pueden hacerlo solos». Guillermo Pérez explica cómo a cada perros se le coloca un pañuelo diferente, en función de sus puntuaciones : «Si tienes un 5 sobre 10, llevará uno amarillo; si llega al 8 sobre 10, lo llevará verde; si lleva un pañuelo blanco, es que no ha hecho el examen, o ha sacado menos de un 5». El pañuelo azul se reserva para los perros «profesores», los de «sobresaliente». «Esos se los dejamos a los handler (quienes los guían) que todavía tienen que aprender», detalla Guillermo.

Nano es uno de esos perros «profesores». Pertenece a Bernardo Cordobés. «Es muy juguetón, y cuando quiere es de los más aplicados», luce orgulloso su amo, que presume de él: «Es uno de los tres o cuatro que han sacado matrícula en el examen». De todos modos, todavía se ve lejos de llevarlo a alguna prueba: «Para competir tiene que tener una categoría, y aunque el perro valga, si el dueño no se implica, no vale de nada».

«En Agility, aparte de que el perro valga tiene que tener un handler que lo sepa llevar», especifica Antonio Ladrón de Guevara. Ellos tienen su entrenamiento personalizado, previo a que salten a la pista los perros.

Elemento Canino tiene un espíritu modesto. Por ahora todos los aparatos de ejercicio están hechos «a mano». A los requerimientos económicos se suma el handicap del espacio. Piensan que un buen emplazamiento para sus ejercicios sería la Caseta Municipal. «Si nos dicen que no, aquí estamos vendidos cuando llegue la lluvia», adelanta su responsable. «Nosotros lo limpiaríamos», se adelanta Antonio a cualquier pega.