Me aburre ganar

Pues sí. Y no me refiero a los equipos de la zona que lamentablemente ganar, lo que se dice ganar, lo hacen poco. Sino a la Roja. La selección española no tiene parangón y, si hay que ser sinceros, me aburre. Prefería aquella, con camisolas extrañas y calzones de todos los colores menos el azul actual (gracias Villar, acertaste en una), que perdía ante Islas Feroe o vencía por la mínima ante Chipre.

Y es que los jugones me tocan la moral. Los bajitos, aquellos que siempre sonríen igual según Andrés Montes (DEP), aburren a cualquiera. En los últimos meses han ganado a Inglaterra, Alemania, Italia y Argentina. Vamos, a la cream de la cream del balompié internacional. Todo un decálogo de intenciones de cara al Mundial y dejando cadáveres de por medio que desde el sábado pasado igual chupan menos, en el buen sentido no me vaya a caer a mí también una sanción de dos meses sin escribir -igual alguno se alegra por ello-.

Por todo esto me aburre ganar. En la última semana, el cuadro de Vicente del Bosque ha jugado dos partidos. Uno muy emotivo (ante Austria en el escenario donde le dimos en la cara a Alemania), y otro muy morboso (ante el mencionado anteriormente cadáver argentino que tanto manda chupar).

Pues bien, dos partidos seguidos. Con poca programación televisiva, tanto el sábado como el miércoles, y sin fútbol de Primera que nos entretenga, tanto personal como profesionalmente hablando. Y no he tenido paciencia como para tragarme los encuentros. Vamos, que me aburre. Para una persona que se traga bodrios del Calcio, o que ha aguantado durante años fútbol de Segunda B, eso es un síntoma claro. O me hago mayor, o estos bajitos son muy, pero que muy buenos.