TRIBUNA LIBRE

Menos sentimiento y más conciencia andaluza

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A los andaluces quién nos defiende nuestros intereses? Está claro que desde las esferas de poder tanto en Madrid o en Sevilla, nadie. Allí están más interesados en la defensa de otros intereses, ya sean estatales o de partido, que en los nuestros. No por repetido eso no es una realidad. El ejemplo que hemos repetido hasta la saciedad los andalucistas de los diputados en el Congreso elegidos en Andalucía por el PSOE, votaban a ciertos temas sí en el estatuto catalán pero en el nuestro decían que no, o como llegan los debates más importante del año, los de los Presupuestos Generales del Estado, y los diputados del PSOE y PP votados en Andalucía no la nombran ni por equivocación.

Parece que estas cosas, donde nos jugamos los «cuartos», no importan, luego protestaremos porque las obras en las carreteras de aquí son eternas o porque los servicios públicos son deficitarios.

Ello demuestra que somos un pueblo con un gran sentimiento de sí mismo, como se expresa en nuestro folclore, nuestras fiestas, nuestras tradiciones o liturgias, pero no tenemos conciencia de tal, no somos reivindicativos ni somos capaces de saber defender nuestros intereses.

Los hechos son palpables, con un millón doscientos mil parados parece como si no pasara nada en nuestra sociedad y sin embargo sí está pasando, y muy gravemente. La diferencia de trato que recibimos los andaluces se ve: ¿en cuántos informativos de televisión saldrá que las milenarias almadrabas, pesca tradicional, están en peligro de extinción, porque se limitan las capturas de atún, mientras que en el Mediterraneo han realizado su pesca masiva, permitiendo que mermara esta especie, y ni los Gobiernos de Zapatero ni de Griñán, o Chaves antes han defendido?

No creo que si el problema fuera de otra comunidad autónoma pasara lo mismo, basta ver el seguimiento al atunero secuestrado en aguas del Golfo Persico. Pero no es nuevo esto, ha venido pasando, desde la entrada del estado Español en la Unión Europea, donde la agricultura andaluza no se defendió suficientemente.

Lejano el 4 de diciembre de 1977, es necesario recuperar el sentido reivindicativo, un espíritu que desde el Gobierno de la Junta de Andalucía, el PSOE, se ha encargado de olvidar, de promover el pasotismo político, era una manera de perdurar manteniendo el conformismo con lo que hay.

Es la sociología del señorito, nada se puede cambiar y que pa complicarse la vida...

Andalucía necesita que rompamos con esa apatía, ese conformismo, una mayor competencia para salir de donde estamos, en el último puesto, un poder andaluz.