Una de jamón

EL principal objetivo que persiguen los participantes en una feria turística internacional es promocionar sus productos. Una obviedad que se distorsiona al pasarlo por el tamiz de la política. La gastronomía española ha ganado muchos enteros en los principales escaparates del mundo. El jamón de pata negra, en su textura básica o barnizada al hidrógeno, se muestra como uno de los manjares más típicos y exquisitos de los que exporta España. Andalucía se jugaba mucho en la edición de la World Travel Market que se ha celebrado esta semana en Londres. Toda suma de esfuerzos se torna necesaria en tiempos de crisis. El turismo es una de las principales industrias andaluzas y, como tal, reclama todo el mimo de la Administración autonómica. Así lo entiende José Antonio Griñán que ha capitaneado, junto al consejero Luciano Alonso, la amplia expedición pública-privada andaluza. Durante una de sus visitas a los expositores andaluces, el presidente de la Junta comió jamón de pata negra de la comarca cordobesa del Valle de Los Pedroches, con los fotógrafos y cámaras de numerosos medios de comunicación como testigos. Yeste gesto, presuntamente positivo desde el punto de vista de la promoción, despertó las iras del líder de la oposición en Andalucía. Javier Arenas recriminó a Griñán que comiera jamón, mientras hay miles de andaluces en comedores sociales. Mezclar churras con merinas suele ser poco productivo. Tal vez por ello, al día siguiente Arenas matizó sus reproches (ayudar a que el turismo florezca supondrá la creación de miles de puestos de trabajo) y dijo que Griñán, además de comer jamón, debería reunirse con los empresarios jamoneros para solucionar los muchos problemas de este gremio. Dicho esto, también resulta curioso que en los 19 años que estuvo Manuel Chaves al frente de la Junta de Andalucía, sobre todo en la última etapa, nunca se vio ninguna fotografía del actual vicepresidente tercero comiendo. Su equipo consideraba esta actividad de índole privado.

Presupuestos 2010

Debate con varias interpretaciones

El PP había reclamado que, dada la actual coyuntura económica andaluza, el debate parlamentario sobre los Presupuestos para 2010 lo deberían protagonizar José Antonio Griñán, Javier Arenas y Diego Valderas, o lo que es lo mismo, los tres máximos responsables de Gobierno y oposición. El Ejecutivo andaluz no rompió el protocolo y fue Carmen Martínez Aguayo, consejera de Economía y Hacienda, quien explicó las cuentas públicas. Martínez Aguayo, en un momento de su comparecencia, desarmó alguna de las quejas del líder del PP: «Si a usted, señor Arenas, le preocupa ganar o no el debate, se lo doy por ganado de antemano, si con ello logramos acuerdos positivos para el conjunto de los andaluces». Antes, la titular de Economía, que cada vez se está ‘soltando’ más en la tribuna, le había aconsejado a Arenas que no insistiera en debatir con Griñán. «Mire que yo soy más fácil, porque soy nueva», remachó. Más allá de la anécdota, el PSOE, un ejercicio más, ha sido incapaz de convencer a los otros partidos de la Cámara autonómica de que apoyen sus cuentas. IU las critica por exceso de conservadurismo y el PP, de exceso de endeudamiento. Pero esta discusión no concluyó tras la votación del miércoles. PP y PSOEse han enzarzado en un nuevo rifirrafe sobre si Martínez Aguayo aceptó o no la propuesta popular de revisar de nuevo el Presupuesto (vía pacto), un hecho que, por otro lado, se puede producir durante el trámite de enmiendas parciales que comienza ahora en el Parlamento y que se votarán en el último pleno del año.

Cámara de cuentas

Renovación necesaria

La incapacidad de consenso entre PSOE-A, PP-Ae IUCA queda de manifiesto, por enésima vez, en el atasco que sufre el proceso de renovación de los consejeros de la Cámara de Cuentas, un organismo vital para garantizar el buen uso de los fondos públicos en todas las administraciones y sociedades públicas andaluzas.