Opinion

Prórroga conveniente

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L a extensión del Plan 2000E de incentivos a la adquisición de vehículos hasta diciembre en una primera fase y en una segunda a lo largo de 2010 representa una excelente noticia para el sector, que tras experimentar un alarmante desplome de ventas durante el pasado ejercicio, ha logrado frenar la caída y remontar la actividad gracias al impulso de los estímulos aprobados por el Ejecutivo. Las cifras de venta de vehículos que tras registrar caídas del 40% en las matriculaciones pasaron a experimentar incrementos del 20% certifican el éxito del Plan 2000 que ha reunido los esfuerzos de la Administración, de los fabricantes y de las Comunidades en ayuda de un sector del que dependen unos 300.000 empleos. El mantenimiento de la actividad ha ofrecido también resultados beneficiosos para la renovación del parque automovilístico nacional incrementando su umbral de seguridad y rebajando el relativo a las emisiones de CO2. Sin embargo, no faltan opiniones que cuestionan la idoneidad de alargar las ayudas públicas a la industria de la automoción cuando otros sectores de la economía nacional atraviesan igualmente por encrucijadas complejas. Alguna comunidad también ha optado por experimentar con fórmulas que en algunos medios se barajan como alternativa indirecta de auxilio recortando las tasas fiscales sobre el automóvil que sufre hasta un 30% de cargas impositivas entre IVA y matriculación. Pero el éxito del sistema de descuentos compartidos no parece hacer aconsejable introducir modificaciones experimentales en un mercado que se ha mostrado receptivo a la fórmula en vigor. Con todo, el sostenimiento de los incentivos exige que la industria tenga interiorizado el carácter excepcional de la coyuntura y que el objetivo es fijar las inversiones extranjeras ofreciendo seguridad a las casas.