Cartas

Misas y besos

Cura ecónomo. Cádiz. Actualizado: Guardar
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Estos chicos llegaron alardeando de ser los sucesores del mayo francés y del prohibido prohibir, pero en cuanto se montaron en el machito asomó la oreja dictatorial y comenzaron a dictar prohibiciones. Empezaron con el prohibido fumar. Le cogieron gusto y han llegado hasta a prohibir la objeción de conciencia a los médicos que se niegan a practicar abortos, a los farmacéuticos que no quieren vender la pilula del after day y a los padres que no les gusta que sus hijos sean manipulados con esa educación para la ciudadanía.

Ahora la fiebre prohibitiva ha entrado en los templos. Por mor de una presunta pandemia de gripe A, las autoridadas sanitarias pretenden regular los besos en mejillas, manos y pies... Se ha escrito sobre «la capacidad de los rectores de la Iglesia de Cádiz para amoldarse a las necesidades de la sociedad civil». Y, por contra, de «la triste postura adoptada por otros miembros de esta comunidad que se enfrentaron sin ningún decoro al propio obispo».

Prefiero el consejo del apóstol Pedro: «Saludaos entre vosotros con el beso del amor fraterno, con el ósculo de la paz». Lo dicho. Misas y besos.