MIRADAS AL ALMA

Jerez, tierra de nadie

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Hubo un Jerez aún no lejano en el tiempo, con una inefable seña de identidad, con ese sello que sólo poseen ciertas tierras donde el privilegio del arte nace y renace por obra y gracia de los hijos que allí nacieron. Un Jerez aquel que emanaba olores a vino por doquier, olores aquellos que daban personalidad a las calles y que eran reflejo de un pueblo que vivía del vino. Un Jerez con caché por montera, donde sus barrios más señeros - Santiago, San Miguel y San Mateo - eran fiel reflejo de hermosas historias añejas y donde uno aprendía de nuestra verdadera cultura; idiosincrasia que nos contaban aquellos gitanos tan cabales, esos que se han ido yendo allá donde hemos de ir.

Un Jerez famoso en toda España por ser padre del torero con más arte de la historia, paradigma de un misterio sin resolver que perdurará para los restos por lancear verónicas para el recuerdo. Un Jerez con sus campanas replicando los compases por bulería de aquella reina del tronco flamenco de San Miguel, aquella voz de portento que levantaba a todos. Un Jerez que bailaba con aquellas manos que olían a flores como nadie supo llevar la bata de cola, esa que bailaba caracoleando y que murió con la pena de no ser homenajeada en su tierra en vida, la misma que ella llevó por el mundo. Un Jerez que sabía lucirse al son de esos caballos, envidia de todos, con esos caballeros rejoneadores que olían a campo, con sus zahones bien llevaos y con ese caballero elegante que caía en el caballo como nadie ha caído.

Aquel Jerez de encuentros y desencuentros en las noches flamencas, de cantaores bohemios con larga barba que recitaban poesías con temple cuando el cuerpo se inspiraba para regocijo de aquellos jerezanos que sabían escuchar. saber escuchar, digo, porque hasta eso se ha perdido. Aquel Jerez que, como esa canción de Navajita Plateá dice: «ya no queda na de na»... qué pena y qué verdad.

Ojalá algún día este Jerez sepa valorar a aquellos que le dieron distinción y personalidad, esa misma distinción que ya no tiene.