Error sin pago

La sentencia del Supremo por la que declara nula la condena por violación impuesta al gaditano Rafael Ricardi supone el reconocimiento definitivo a un error judicial estremecedor, que llevó al afectado a purgar 13 años de cárcel por un delito que no había cometido. La resolución del Alto Tribunal limpia cualquier sombra de duda sobre Ricardi, quien se encontraba en libertad tutelada desde hace un año, después de que nuevas pruebas de ADN permitieran acreditar de manera indubitada su inocencia y la terrible equivocación cometida por la Audiencia de Cádiz en el veredicto que le obligó a pasar por la prisión y hacerlo, además, por un hecho tan deleznable como un abuso sexual. La anulación de la condena es el paso que precisaba Ricardi para recobrar plenamente su condición de hombre libre, la que nunca tuvo que haber perdido, y poder reclamar la compensación que corresponda.