ESPAÑA

Muere otro bombero en un incendio en Teruel

El trabajador conducía un camión que cayó por un barranco cuando ayudaba en la extinción de un fuego

| COLPISA. BARCELONA / TOLEDO Actualizado: Guardar
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La ola de incendios que sigue afectando a diversas regiones españolas se cobró ayer una nueva vida. Otro bombero, el quinto fallecido en los operativos de la lucha contra los incendios forestales, murió en accidente de tráfico cuando conducía un camión motobomba que trabajaba en los servicios de extinción del incendio declarado en la localidad turolense de Corbalán, que ya estaba prácticamente controlado. El bombero, adscrito a los servicios de Medio Ambiente de la Diputación Provincial de Teruel, murió al precipitarse el vehículo que conducía por un barranco desde un camino forestal. Fuentes del Ejecutivo autonómico informaron de que se trata de un hombre natural de Teruel, de 44 años, casado y con dos hijos.

El trágico suceso se registró al filo de las 11.30 horas, cuando el operario acababa de incorporarse a su turno en las tareas de extinción de uno de los fuegos forestales que ya estaba casi controlado. Según las fuentes consultadas, el fallecido contaba con una amplia experiencia en este tipo de siniestros, ya que desempeñaba funciones de esta naturaleza desde hace casi cinco años. Fueron los propios compañeros del fallecido quienes alertaron del accidente sufrido. Inmediatamente se activó el dispositivo de evacuación, en el que participaron bomberos, los servicios sanitarios y un helicóptero medicalizado, cuyos profesionales certificaron, en el lugar del accidente, la muerte del bombero. Las llamas que comenzaron a asolar Aragón desde el pasado miércoles han sumido a esta comunidad en el peor desastre ecológico de, al menos, los últimos 15 años.

Máxima gravedad

Se calcula que ya han ardido 8.000 hectáreas como mínimo. La situación es de máxima gravedad; y es que, sólo en el lapso de 24 horas, Aragón registró una veintena de incendios. Hasta ayer por la tarde, seis incendios seguían activos e incontrolados, con un alto índice de peligrosidad, en la provincia de Teruel, lo que obligó a evacuar a más de 1.500 personas de seis localidades, un número de desplazados que nunca se había dado en Aragón. Las estimaciones de los daños en estas zonas son de entre 3.500 y 4.000 hectáreas de superficie quemada en Aliaga; unas 1.000 hectáreas en Alloza; entre 300 y 500 han ardido en Valdetormo; alrededor de 1.500 en Cedrillas; cerca de 300 en Morés y en torno a 50 en Mazaleón.

Las extremas temperaturas, que llegaron a alcanzar el miércoles los 43 grados en algunos puntos de la región aragonesa, y el fuerte viento frenaron la efectividad de la lucha contra estos incendios, provocados, según todos los indicios, por las tormentas con abundante aparato eléctrico caídas en Aragón el martes. Mientras, más de 1.500 personas fueron evacuadas en Valdetormo, La Zoma y el Cañizar del Olivar, así como en los núcleos de la Cirujeda, Alloza y la Cañadilla, pedanías de la localidad de Aliaga.

El Centro de Emergencias del 112 SOS Aragón, encargado de coordinar el operativo de Protección Civil, movilizó a contingentes de voluntarios de todas las comarcas afectadas por el incendio.

Más de 500 personas se afanaban ayer en la lucha extenuante contra las llamas, apoyadas por 18 medios aéreos, así como cuadrillas terrestres y helitransportadas, autobombas y máquinas bulldozer, entre otros elementos de ayuda para atajar esta catástrofe ecológica.