atentado en vizcaya

Miles de personas toman el centro de Bilbao para arropar a la familia de Puelles y decir 'no' a ETA

Los Príncipes de Asturias han presidido el emotivo funeral por el inspector de la Policía, asesinado ayer en un atentado con una bomba lapa en Arrigorriaga

BILBAO Actualizado: Guardar
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Miles de personas se han echado a la calle en Bilbao para mostrar su repulsa por el último atentado de ETA. Una marcha unitaria encabezada por víctimas del terrorismo y con presencia de todos los partidos democráticos. La viudad del inspector Puelles ha puesto el punto y final a la convocatoria con un mensaje a los asesinos de su marido: "A mi me han hecho daño, pero les va a costar mucho poder conmigo y con mi familia". Antes, el lehendakari renovaba su compromiso para acabar con la banda terrorista. Por la mañana un funeral emotivo, con los Príncipes de Asturias, y las concentraciones de silencio en los ayuntamientos servían de homenaje al policía Eduardo Puelles García.

Día de emoción y dolor en la capital vizcaína, donde la familia de la última víctima de la banda terrorista no se ha sentido sola. Ni por la mañana en el funeral ni por la tarde en la manifestación de Bilbao. La convocatoria del lehendakari la han secundado miles de personas bajo el lema "Por la libertad. Askatasuna. ETA no'. Al paso de la cabecera, que ha comenzado su recorrido en la plaza del Sagrado Corazón, han sido muchos los que con su aplauso han dado calor a la familia, un aplauso ininterrumpido de quienes esperaban su paso agolpados en las aceras y que posteriormente se sumaban a la marcha.

Las víctimas encabezan la marcha

Si ayer se vivió algo inédito en el Parlamento vasco con la condena unánime, hoy ha ocurrido lo mismo al comprobar quiénes portaban la pancarta. El hermano del inspector Puelles ha sido uno de ellos. Otras víctimas de ETA estaban a su lado: Iñigo (hijo del empresario Inaxio Uria), Carmen Hernández (viuda del edil del PP Jesús María Pedrosa), Marian Romero (viuda del ex edil socialista Isaías Carrasco), Marian Ziarrusta (viuda del empresario Joxe María Korta), Blanca Villafañe (hija del guardia civil Juvenal Villafañe), Maite Mollinedo (viuda del ertzaina José María Agirre), Dolores Quintanilla (viuda del policía asesinado también en Arrigorriaga Manuel Fuentes) y Maixabel Lasa (viuda del socialista Juan Mari Jáuregui).

El aplauso ha sido constante durante la marcha, especialmente cuando la cabecera pasaba por la Subdelengación del Gobierno, que ha acogido la capilla ardiente del policía asesinado. Al final se ha convertido en una ovación cerrada cuando los familiares de víctimas de ETA llegaban al final del recorrido, a los pies de la escalinata del Ayuntamiento. Ellos han respondido también con un aplauso de agradecimiento. Los políticos han cedido en esta ocasión el protagonismo y han ocupado una segunda línea de la manifestación. Junto al lehendakari, Patxi López, y gran parte de su gabinete, han asistido la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega; el presidente del Senado, Javier Rojo; la presidenta del Parlamento vasco, Arantza Quiroga y el delegado del Gobierno en el País Vasco, Mikel Cabieces.

Mensajes a ETA

Al termino de la marcha ha tomado la palabra el lehendakari, que primero ha leído un poema en euskera escrito por él mismo y luego ha dejado su mensaje de contundencia contra ETA. La viuda del inspector, que esperaba al pie de la escalera la llegada de la cabecera, se ha fundido en un abrazo con su hijo y, acto seguido, también se ha dirigido a los etarras: "Son asesinos, no son políticos, no son presos políticos, son asesinos".

Abrazada a la bandera de España que ha cubierto el féretro de su esposo, Francisca Hernández ha advertido a los asesinos de su marido que "lo único que han conseguido es dejar dos huérfanos y una viuda, no van a conseguir nada más porque gracias a Dios hay mucha gente como mi marido y no van a poder con ellos, cada día van a salir más y más". "A mí me han hecho daño, pero les va a costar mucho poder conmigo, con mi familia, con los hermanos, con su madre y con toda la gente que le quiere. A mí, ni a mis hijos, no me van a ver llorar, lloraré en casa, pero aquí no, no les voy a dar ese gusto", ha dicho refiriéndose a los terroristas. También ha agradecido su presencia a las cerca de, según fuentes municipales, 25.000 personas que se han concentrado en el centro de Bilbao.

"No estáis solos"

La emoción también ha marcado los actos de por la mañana; primero las concentraciones silenciosas en los ayuntamientos y después el funeral, al que han acudido los Príncipes de Asturias. La ceremonia por el agente asesinado ayer con una bomba lapa en su coche en la localidad vizcaína de Arrigorriaga se ha celebrado en una abarrotada iglesia San José de la Montaña de Bilbao. La vicepresidenta primera ha encabezado la representación del Ejecutivo.

El obispo de Bilbao, Ricardo Blázquez, ha oficiado la emotiva ceremonia, que ha transcurrido en la intimidad por expreso deseo de la familia. Blázquez ha señalado que "debemos decir todos un no rotundo e inequívoco al terrorismo, con la cabeza y el corazón, en la conciencia y en la calle, personalmente cada persona y unidos como ciudadanos", y se ha referido a la viuda y los dos hijos para decirles que "no estáis solos".

En la homilía, el obispo ha explicado que "cada víctima mortal del terrorismo es un clamor que exige, con la fuerza de la sangre injustamente vertida, respeto a la vida y libertad para todos. La memoria de las víctimas es un recordatorio permanente para que la sociedad continúe rechazando enérgicamente la violencia y desenmascarando sus propósitos".

Despedida entre aplausos

Poco antes de que comenzara el funeral, a las 13.00 horas, los restos mortales del inspector eran trasladados a la iglesia, situada a escasos metros. Tras el féretro, cubierto por la bandera española, marchaban la viuda, los hijos, la madre y el resto de familiares del inspector. A las puertas del templo, Don Felipe y Doña Letizia se han acercado a los familiares, a quienes han abrazado y han dedicado unas palabras de consuelo, que han recibido entre lágrimas.

El féretro ha llegado a la iglesia entre aplausos de los cientos de personas congregadas en las calles adyacentes, a hombros de ocho agentes, dos de cada cuerpo policial: Policía Nacional, Guardia Civil, Ertzaintza y Policía Municipal de Bilbao, mientras sonaba la marcha fúnebre tocada por la banda del Cuerpo Nacional de Policía. Justo antes de entrar, ha sonado el himno nacional, en medio de un gran silencio. Al acabar la ceremonia, la viuda, en un último adiós a su marido, en el pórtico del templo, ha acariciado con su mano la caja mortuoria. Muy entera y firme, luego ha tenido palabras para los asesinos de su marido.

Concentraciones de repulsa

Antes del funeral miles de ciudadanos se han concentrado en los pueblos y capitales españolas en silencio, en repulsa por el asesinato de ayer. Ha sido Arrigorriaga, donde ocurrió el atentado y donde vivía Puelles, el lugar que ha reunido los principales representantes políticos. A la vista de los concentrados, había una fotografía de un preso de ETA que la Ertzaintza ha retirado. Allí se han reunido en silencio a mediodía, la madre y dos hermanos del agente asesinado, entre otros, el lehendakari, Patxi López; el presidente del Senado, Javier Rojo y la presidenta del Parlamento Vasco, Arantza Quiroga.

Josu Puelles, agente de la Ertzaintza y uno de los hermanos de la última víctima de ETA, ha manifestado que su hermano "no es una víctima más del terrorismo, sino un héroe por la lucha por la libertades de este país". "Nadie somos conscientes de que detrás de la libertad de cada uno y de las libertades colectivas, hay un trabajo de la Policía Nacional, de la Guardia Civil, de la Ertzaintza, de las policías locales, que a veces la menospreciamos simplemente porque son cuerpos policiales y tenemos una idea arcaica de los mismos".

Además de en Arrigorriaga, se han celebrado concentraciones similares delante de los ayuntamientos vascos y del resto de España, como Madrid, Logroño, Valencia o Pamplona.