Oposiciones

«Un pueblo que no sabe leer y escribir es un pueblo fácil de engañar», dijo una vez alguien importante y honesto como Ernesto Ché Guevara. Es verdad, yo lo puedo suscribir. Pero también es verdad que sabiendo leer y escribir, al darte cuentas de más cosas de la realidad puedes llegar a sufrir más. Te hace más persona si eres honrado. Pero el sufrimiento es mayor.

Recientemente se ha publicado en la prensa local que ha habido filtraciones en las oposiciones para alcanzar la plaza en propiedad de inspectores de enseñanza del departamento de Educación. ¡Qué ejemplazo para los maestros, profesores y alumnos! Yo también detecté en unas oposiciones graves irregularidades. Lo denuncié. Se rieron de mi en la cara. Aun así me negué a la falta de crítica. Me la juraron y lo cumplieron. Sólo tuve la palabra, ellos todo, todo. Incluso me dolió más la indiferencia y el desprecio de la gente que se creía buena (salvaban el puesto, claro) que los actos de los malos.

Le deseo a la consejera Celaá y a su departamento mucha suerte. Le hará falta. Si quieren faena la tienen. Hay cosas que están metidas hasta los huesos.