Pintadas en la plaza de Carlos Haya de la capital gaditana. / ANTONIO VÁZQUEZ
CÁDIZ

El vandalismo urbano cuesta a las arcas municipales más de 1.300 euros al día

El Ayuntamiento destina de media 500.000 euros anuales a la reparación del mobiliario públicoLos infractores que son detenidos pagan sus faltas realizando obras de mantenimiento

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El salario mensual de 500 mileuristas o el pago del alquiler de una vivienda media para otras 500 familias gaditanas. Un desembolso equivalente es lo que cuesta a los bolsillos gaditanos -cada año- los destrozos que los fines de semana provocan los actos vandálicos en el mobiliario urbano de la capital.

En concreto, «más de 500.000 euros anuales, que es la cantidad que el Ayuntamiento destina de media a la reparación y al mantenimiento del mobiliario urbano», según el concejal de Hacienda, José Blas Fernández, que recordaba ayer a LA VOZ cómo un informe municipal reciente destacaba una inversión de hasta 60.000 euros, sólamente en el barrio de la Paz en apenas un año.

La frecuencia con que se cometen actos vandálicos en la ciudad es tan alta que el Consistorio se ha visto obligado a incluir en los Presupuestos municipales una partida para sufragar las labores nada extraordinarias de las Brigadas de Mantenimiento Urbano.

La cifra podría incluso ampliarse, teniendo en cuenta que muchos daños se cometen contra propiedades privadas -como coches o viviendas particulares- y edificios cuyo mantenimiento depende de otras administraciones públicas, como la Junta de Andalucía o la Diputación Provincial de Cádiz.

Cada fin de semana (cuando se produce la mayoría de los actos vandálicos, tras las noches de movida), la ciudad amanece con señales de tráfico arrancadas de cuajo, semáforos pateados, jardines pisoteados, bancos rotos a golpes y, sobre todo, paredes llenas de pintadas y garabatos hechos con spray.

Para muestra, un botón: sólo un semáforo de pie puede alcanzar un precio que va desde los 530 a 750 euros. Mientras una sencilla señal de stop, como las que se destrozan a patadas, puede costar desde los 65 euros a los 200 euros, a los que se suman los gastos por mano de obra e instalaciones que multiplican aún más el coste. Sólo la limpieza de las pintadas y graffitis que aparecen una y otra vez en los edificios públicos y fachadas de la ciudad suponen una inversión municipal de más de 8.000 euros al año. Las labores de mantenimiento, la eliminación de la pintura de materiales porosos como el granito o la típica piedra ostionera gaditana precisan un sistema especial de limpieza que incrementa los costes habituales. Aparte de esto, desde las brigadas de mantenimiento aplican desde hace años una cobertura de barniz especial, que facilita la retirada de pintura.

En la mayoría de los casos, esta particular e irracional manera de divertirse acaba saliendo impune, ya que sólo una minoría de los vándalos llegan a ser identificados y detenidos por la Policía. En los casos sí detectados, sin embargo, la multa por infracción administrativa puede llegar a superar los 6.000 euros, y en las ocasiones en que los daños son cuantiosos, la falta pasa a considerarse delito y la pena se incrementa.

Brigadas especiales

Además de la multa, las penas incluyen en algunos casos trabajos para la comunidad relacionados con el arreglo del mobiliario urbano. No en vano, el Ayuntamiento cuenta con una brigada especial de mantenimiento compuesta por infractores y vándalos urbanos que cumplen sus penas arreglando los destrozos que otros cometen en la ciudad. Desde el Ayuntamiento gaditano destacan que el vandalismo no se restringe a zonas y barrios determinados, sino que se extiende por toda la ciudad. Aunque, sin duda, las zonas de marcha y ocio nocturno son las más perjudicadas. Esta misma semana, sin ir más lejos, nueve jóvenes eran sorprendidos por la Policía Local mientras hacían pintadas en las murallas de San Carlos y destrozaban retrovisores de coches en las calles Fernando el Católico y República Argentina, no por casualidad en las cercanías de la Punta de San Felipe, que al albergar la principal zona de ocio nocturno de la ciudad es también una de las más conflictivas y en las que más denuncias por vandalismo se producen.

mgarcia@lavozdigital.es