Los tacones no son para el columpio

No todos los destrozos que se producen en el mobiliario urbano se deben al vandalismo energúmeno. También gran parte del dinero invertido se debe al descuido y el mal uso que el ciudadano común hace de éste de forma diaria. En este sentido, el Ayuntamiento de Cádiz pone como ejemplo los destrozos continuos que se detectan en el pavimento de caucho que se utiliza en los parques de columpios, toboganes y demás juegos infantiles de la ciudad. Daños que, según los técnicos municipales, se producen no por vándalos, sino con el paso cotidiano de personas con zapatos de tacón, que se clavan en este tipo de suelo, mullido y adaptado para que los niños no sufran roces.

El paso por estas zonas de juego y esparcimiento para los más pequeños no está prohibido. Aunque existen señales que piden «por favor» que no se acceda a ellas con zapatos de tacón. «Aun así, el deterioro continuo se sigue sufriendo en dicho equipamiento urbano», explicaban ayer desde el Consistorio gaditano en una nota de prensa, en la que se recordaba que el coste de este tipo de parques puede ascender desde los 34.660 euros a más de 60.000 euros -como en los casos de la última zona de juego inaugurada en Loreto o el parque infantil instalado en Cinco Continentes-. La inversión en parques en el último año ha sido de 320.328,73 euros.