Ciudadanos

Desarticulan una red de venta de coca a domicilio y detienen a sus proveedores

Los camellos son dos cantaores flamencos de Chiclana que aprovechaban sus actuaciones para captar a los clientes También han sido apresadas sus esposas, dos narcos colombianos y un matrimonio que hacía de intermediario

| CÁDIZ CÁDIZ Actualizado: Guardar
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Una llamada y el camello le lleva la papelina a casa, a la discoteca o a la calle donde se encuentre. Como una pizza, pero con cocaína. Discreción absoluta.

Popularmente se le conoce como telecoca y es una de las maneras de venta de droga más requeridas por personas que no quieren dejarse ver en oscuros parques o los barrios-gueto, supermercados habituales de la cocaína.

La semana pasada caía una red de narcotraficantes de droga que se dedicaban a esta modalidad de venta por encargo en Chiclana, desmantelada por el grupo Udyco I (Unidad contra la Droga y el Crimen Organizado) de la Policía Nacional de la Comisaría de Cádiz.

La importancia de la operación, no obstante, estriba en que a través de los camellos y tirando del hilo, los agentes han llegado a los peldaños superiores del negocio: no sólo los intermediarios en la provincia, sino también los proveedores de la coca, miembros de una banda de narcos colombianos asentada en la Costa del Sol. Los presuntos vendedores del menudeo y último escalón de la cadena son dos hermanos -R. M. L y N. M. L. de 40 y 42 años- vecinos de Chiclana, que habían montado el negocio en su familia. Hasta el punto de que sus dos esposas, -P. G. B. y A. P. R. de 42 y 36 años-, también han sido detenidas como miembros de la trama. Los dos hermanos, de etnia gitana, se dedicaban, además de al narcotráfico, al cante y al baile flamenco, lo que les permitía moverse como pez en el agua por los círculos del espectáculo, los locales nocturnos y la movida chiclanera (y del resto de la Bahía).

No son estrellas del flamenco, según fuentes policiales, pero sus bolos les proporcionaban contactos y relaciones, con los que escribir su agenda de compradores. Gente de confianza a los que podían dar sus teléfonos. Clientes VIP, nada de niñatos.

A pesar de la aparente discreción de la venta a domicilio, los dos hermanos despertaron las sospechas de la Udyco, que con la colaboración y los datos facilitados de la Policía Local de San Fernando, iniciaron la primera fase de la investigación el pasado mes de noviembre de 2008.

A través de los movimientos de los hermanos y sus esposas, la Policía descubrió a sus proveedores directos: un matrimonio joven chiclanero -D. R. R. y D. S. S. de 27 y 26 años-, que no tienen antecedentes penales, aunque sus padres sí arrastran un largo historial por narcotráfico. Ellos, ahora, habían tomado el relevo por libre.

Curiosamente, y de manera inversa a la investigación, los dos jóvenes narcos fueron los primeros implicados en ser detenidos por la Policía, hace meses.

En la operación se sorprendió in fraganti al matrimonio, en el momento en que compraban un cargamento de cocaína a los dos proveedores colombianos, también detenidos, pero de los que no se ha ofrecido la identidad.

Los cuatro camellos que motivaron la investigación, en cambio, han sido los últimos en caer (la pasada semana). En total, y como consecuencia de la operación, se han incautado 450 gramos de droga, varias joyas, dos vehículos y 36.000 euros en metálico. Ahora que la operación ha concluido, el teléfono comunica.

mgarcia@lavozdigital.es ADEMÁS FALSIFICABAN CAMISETAS

Los narcos siempre suelen diversificar sus negocios, traficando con armas, con trata de blancas o estafando. En este caso, los dos matrimonios chiclaneros habían montado un taller de falsificación de camisetas, con los logotipos de marcas como Armani, Adidas o Billabong. Una red descubierta en la misma operación. Contaban para ello con máquinas y ordenadores, que también han sido precintados e incautados.