PAN Y CIRCO

Lissavetzky

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Pertenezco al club de los que tienen la cara como el hormigón, pero este señor me gana, pues la tiene de acero inoxidable pero del bueno, no del usado para el pájaro jaula mohoso. Estuvo el otro día en Cádiz para participar como ponente en un seminario que trataba sobre el juego limpio, que ya hay que tenerla dura, aunque en este caso no sé bien si es más culpable la UCA por invitarlo o él por venir. Vendría como suelen hacer los políticos, con cien respuestas correctas para las cien preguntas complicadas. Y la cagó. Pues cuando le preguntaron sobre el recurso respondió con cierto desconocimiento. Dando a entender que desconoce lo que se cuece en su cocina, o que tiene más de un caso en la justicia ordinaria, comprenderán que ninguna de las dos opciones dice mucho en su favor. Luego dice que si el Cádiz lleva razón ya se la darán los jueces. Pues no, la razón es algo intemporal, si se lleva se lleva hoy y en el verano pasado y por lo tanto el tendría que habérnosla dado. Ante la pregunta de si fue citado en el Congreso para preguntarle, dijo que no, y que seguro que el que lo comentó sería del PP. ¿Qué pasa, que si el caso lo defiende alguien del PSOE. se hubiera mirado desde otro prisma? Si como él dice esto no se debe convertir en algo político, con esta declaraciones es el primero en hacerlo. Y para rematar dice que el de derecho no tiene ni idea, que es químico. En el puesto que ocupa una de sus obligaciones es que se imparta justicia en el deporte. O es que cree que su cargo sólo conlleva dar viajes por el mundo para salir en las fotos con nuestros medallistas. Con qué derecho puede dar una conferencia sobre juego limpio sin tener ni idea de derecho, cuando se trata de que en el deporte gane la justicia. Este señor me ha dejado serias dudas sobre la capacidad para el cargo que ocupa. A menos que lo del juego limpio se base en la composición química de la lejía.