Manuel Chaves, Elena Salgado y José Blanco, encabezarán el nuevo Gabinete de Zapatero./ Redacción.
remodelación del ejecutivo

El PSOE y el Gobierno guardan silencio mientras el PP atribuye los posibles cambios a una «crisis» interna

Zapatero prepara un cambio de Gobierno en el que Elena Salgado sustituiría a Solbes en la vicepresidencia económica

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Los rumores ya están en la calle. El líder del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, planea una inminente remodelación de su Gabinete que, previsiblemente, se llevaría a cabo este martes o miércoles, con el nombramiento de dos nuevos vicepresidentes: Elena Salgado y Manuel Chaves. La actual ministra de Administraciones Públicas podría relevar a un desgastado Solbes al frente de la vicepresidencia económica, mientras que el presidente de la Junta de Andalucía se incorporaría al Ejecutivo como vicepresidente encargado de Política Territorial y Relaciones con las Comunidades Autónomas.

El Gobierno quedaría así con tres vicepresidencias, ya que María Teresa Fernández De la Vega se mantendría en su puesto como 'número dos' de Zapatero. Además, el presidente podría estar pensando en reducir el número de Ministerios, un año después de haber ganado las elecciones generales para gestionar la crisis y dar un impulso a su Ejecutivo. La otra gran novedad del nuevo Gabinete sería la entrada de José Blanco, actual secretario de Organización del PSOE, como ministro de Fomento, en sustitución de Magdalena Álvarez.

En el PSOE todo el mundo calla: Zapatero mantiene su hermetismo y no ha hecho ningún comentario público al respecto desde que ayer rechazara comentar este asunto a su llegada a Estambul. La tónica dominante también entre los miembros del Gobierno. La secretaria de Organización socialista, Leire Pajín, ha suspendido la rueda de prensa prevista para hoy tras la reunión de la Ejecutiva del partido y, entre los ministros, sólo la titular de Educación, Mercedes Cabrera, ha hecho declaraciones; eso sí, para aclarar que las noticias "saldrán" cuando el presidente del Gobierno "las diga".

Un Gabinete "desgastado" por la crisis

En el PP, su portavoz en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, ha asegurado que "nunca se había visto" en España que a un jefe del Gobierno "le filtren y le revienten una crisis" en el Ejecutivo, que a su juicio sería, precisamente por los rumores que se han generado, "la peor gestionada de la historia". Para Sáenz de Santamaría, "el PSOE no tiene cantera" y se ve obligado a "tirar de lo que tiene". "Más que un cambio de Gobierno parece ese juego de los chavales de cambiar de sillas mientras la música suena", ha declarado. Además, ha opinado que si dirigentes socialistas como José Blanco o Manuel Chaves pueden formar parte del nuevo Gobierno, se demuestra que el PSOE "hace aguas" y que no ofrecen "ni proyecto ni ideas".

En la mism línea se ha mostrado el portavoz de Exteriores del PP en el Congreso de los Diputados, Gustavo de Arístegui, ha pedido prudencia, aunque, de ser cierta esta hipótesis, tiene claro que "obedece a una crisis de Gobierno en la totalidad de la significancia de la palabra". Así, y pese a insistir en la conveniencia de que los rumores se "confirmen o desmientan" antes de pronunciarse sobre ellos, ha aprovechado para criticar que el Ejecutivo está "extraordinariamente desgastado" por una "mala" gestión política y una "pésima" gestión económica.

Para el coordinador general de Izquierda Unida, Cayo Lara, un simple cambio de caras "de nada serviría" sólo daría oxígeno al Gobierno durante unos pocos días o semanas y no haría olvidar la imagen de "desgaste", "inconsistencia", "incoherencia" y de "gallinero" que, a su juicio, da el Gobierno con "contradicciones" entre ministros como Pedro Solbes y Miguel Sebastián, o Carme Chacón y Miguel Ángel Moratinos. En la misma línea se ha mostrado su antecesor en el cargo Gaspar Llamazares para quien los cambios que baraja Zapatero suponen una "salida en falso" porque resuelven "únicamente el problema interno del PSOE y de un Gobierno que ha perdido impulso, pero no el problema del país".

Desde la Cataluña, los posibles cambio se acoge con escepticismo. El presidente de CiU, Artur Mas, ha asegurado que, si éstos se confirman supondrían el "enésimo retraso" en la financiación. "Desde la óptica catalana no huele bien. No nos interesa", ha dicho Mas. Para el secretario general de ERC, Joan Ridao, la probable remodelacióntiene como motivación "dar oxígeno a un gobierno agónico" ante "una situación de crisis que no ha tocado fondo" y con "la falta de apoyos parlamentarios". Según Ridao, si se confirman los nombres de los nuevos ministros que se han dado a conocer, lo más seguro es que "no haya un cambio de rumbo" y que se trate más "de una huida hacia delante" que de cambios en profundidad.