DIFÍCIL. Puyol intenta frenar la galopada de Keita. / EFE
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Pinto y Messi salvan a un Barcelona que jugó con fuego en Mallorca

El Barça se clasificó para una final de Copa once años después. El rey de la competición, con 24 títulos, se enfrentará al Athletic en Mestalla el próximo 13 de mayo tras eliminar al Mallorca con sufrimiento. Con 1-0, Pinto detuvo un penalti a Martí, una acción decisiva. Guardiola recurrió a Messi, que logró el gol de la tranquilidad en el minuto 81. Pep Guardiola fue fiel a su filosofía copera y alineó en el once titular a los jugadores que habían llevado al equipo hasta semifinales, con protagonismo para Pinto, Cáceres, Keita, Sergio Busquets, Hleb y Bojan. Una decisión muy loable de cara al vestuario, pero que puso de los nervios a los aficionados del Barça, estupefactos al saber que con un título en juego Valdés, Eto'o y Henry se quedaron en la grada y Xavi y Messi, en el banquillo.

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La buena noticia azulgrana fue la titularidad de Iniesta tras sus dos semanas de baja por lesión, ausencia que coincidió con las derrotas ligueras ante Espanyol y Atlético. Se añoraba la magia del de Fuentealbilla y muy pronto la puso al servicio de sus compañeros.

Al Mallorca le costó trenzar juego sin el tocado Jurado ni Aduriz, que se quedó en el banquillo porque Manzano tampoco fue con todo de inicio. Pero aún así dispuso de un par de ocasiones para complicar la vida al Barça. El partido transcurría tranquilo cuando llegó la sorpresa en los últimos segundos de la primera parte. Controló Webó al borde del área ante la pasividad de Piqué y Keita y le hizo una dejada perfecta al uruguayo Castro, que colocó un zurdazo con efecto ajustado al poste. El Barça, más terrenal que nunca, sufrió. Más cuando Rubinos pitó penalti y expulsó a Cáceres vios, Rubinos Pérez pitó penalti por derribo a Castro en el área. Pinto paró con los pues. Luego entró Messi y decidió. Por eso al final no hubo sorpresa.