Cuatro conejos de oro

A juzgar por la multa que le han aplicado a un ciudadano de Alcalá de los Gazules, para más colmo en paro, por cazar furtivamente cuatro conejos (mamíferos de la orden de los logomorfos), tenían que ser de oro. Según cuenta el presunto furtivo, por estos cuatro animalitos percibió 24 euros que le sirvieron para arrimar a su casa algún dinerillo. Lo que no pensaba este buen hombre es que la Consejería de Medio Ambiente de la Junta los tiene valorados más caros, o sea, a 6.000 euros cada uno. Por lo tanto, asciende a 24.000 la camada de cuatro.

Lo que sí estoy seguro es que si este alcalaíno se imagina que la sanción por este desliz llegaba a esa importante suma, hubiese llegado a un acuerdo con cualquier restaurante de la localidad y por menos dinero seguramente le darían conejos con arroz, en salsa o al ajillo, durante una buena temporada. Conozco por algunos agricultores los problemas que tienen en algunos momentos con estos animalitos, debido sobre todo a su gran reproducción y que dañan enormemente las cosechas y sembrados, hasta el punto que muchos buscan personas para desconejar algunas zonas.

Desde luego, la Consejería de Medio Ambiente de la Junta se ha cubierto de gloria al imponer esta descomunal sanción, que no digo que no esté estipulada en el vigente código, pero francamente es disparatada, analizando fríamente los hechos. No quiero pensar que la consejera crea que ha quedado como una alta dirigente ejemplarizante, lo mismo ante sus subordinados como de sus amigos.

Espero que el buen alcalde de Alcalá de los Gazules, Arsenio Cordero, le eche una mano (por lo menos de 24.000 euros) a este buen hombre y paisano, que de lo que estoy seguro es que cuando vea un conejo (de campo) se va a creer que es un toro de Miura.