Zapatero promete 33.000 millones de euros en obra pública para 2009

Contra la crisis, obra pública. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, comprometió este sábado 33.000 millones de euros en este tipo de proyectos para 2009, que convertirán -dijo- al próximo ejercicio en «el año con más obra pública en marcha de la historia». El jefe del Ejecutivo aumentó la presión sobre las entidades financieras, a las que advirtió que será «exigente» para que abran el grifo del crédito una vez que -recordó- las arcas públicas se han volcado en facilitarles toda la liquidez que necesitaban.

El presidente, que participaba en un encuentro con alcaldes socialistas, apostó por la inversión productiva para salir de una crisis «fruto de los excesos, de los errores y del interés desmedido del sistema financiero». Y explicó que esa inversión récord se desglosa en los 19.000 millones para infraestructuras del transporte ya previstos en el Proyecto de Ley de Presupuestos del Estado, a los que se suman los 8.000 millones que el Estado ha destinado a los ayuntamientos dentro del reciente Plan de Reactivación Económica y otros 5.000 que no detalló, pero cuyo destino -dijo- serán diversas iniciativas medioambientales.

Todo para frenar la sangría del paro y la intensa destrucción de empleo que asolan el negocio de la construcción, que ha sido en los últimos quince años el verdadero motor de la economía española hasta alcanzar un peso del 18% en el Producto Interior Bruto (PIB).

La ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, ha utilizado en más de una ocasión una fórmula que atribuye a la patronal de las grandes constructoras (Seopan) y según la cual por cada 35.700 euros de obra pública se genera un empleo. Siguiendo esa teoría, los 33.000 millones prometidos por Zapatero podrían dar lugar a 925.000 nuevos puestos de trabajo. La misma cantidad que el presidente de la patronal de los promotores inmobiliarios, José Manuel Galindo, ah estimado que podría perder el sector residencial (el que construye casas) entre 2008 y 2009.

Cal y arena

José Luis Rodríguez Zapatero tuvo una de cal y otra de arena para la banca. Al tiempo que recordó a cajas y bancos los 250.000 millones que el Estado ha puesto encima de la mesa para avalar, garantizar, comprar activos y, en definitiva, respaldar a las entidades, alabó también su gestión durante la crisis. «El sistema ha aguantado de manera ejemplar el gran vendaval que se ha producido», dijo, para recordar a continuación que mientras en otros países han caído grandes bancos «España está soportando hasta la caja más pequeña porque las cosas se han hecho bien».

«Consciente de los problemas de liquidez» del sistema, señaló, el presidente elevó un punto la presión a la banca para que de una vez por todas el crédito llegue efectivamente a familias y empresas. Aún así, el jefe del Ejecutivo pidió paciencia al destacar que las medidas de salvamento han entrado en vigor hace apenas unas semanas, con lo que «la recuperación de la confianza va a exigir aún algún tiempo».