Tras la larga e intensa noche en el complejo hotelero, el Ejército anunciaba a primera hora de la mañana del sábado el final de la operación. . /Ap
ola de ataques en la india

El Ejército gana la batalla a los terroristas atrincherados en el Taj Mahal y da por terminado el ataque

BOMBAY Actualizado: Guardar
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La operación militar iniciada para desalojar a los terroristas que permanecían atrincherados en el hotel Taj Mahal, el último que controlaban los terroristas de la ola de atentados que comenzó el miércoles por la noche en Bombay (India), ha concluido tras la muerte de tres milicianos islamistas en ese edificio.

Más de 60 horas después del brutal ataque del miércoles en varios puntos de la ciudad, el Ejército indio da por terminada la operación, tras al menos 195 muertos en total, de ellos hasta 22 extranjeros, ninguno de ellos español (véase ficha). Además se ha informado de que la masacre ha sido perpetrada por sólo diez terroristas, diez de los cuales han sido abatidos.

Sin embargo, el director general de la Guardia Nacional de Seguridad india y director del operativo antiterrorista, J.K. Dutt, ha aclarado que sus agentes aún están comprobando las 400 habitaciones del hotel por si aún quedara dentro algún terrorista o explosivos colocados.

En la noche del viernes al sábado ha habido hasta cinco explosiones. Tras controlar los focos del hotel Oberoi Trident y del centro judío Casa Nariman, el despliegue de las fuerzas indias se concentraba en el Taj Mahal. Allí, esta noche se ha escuchado una primera explosión que ha sido seguida en un intervalo de una media hora de otras cuatro deflagraciones.

La cifra total de víctimas en los diez puntos de Bombay donde se han producido incidentes violentos asciende según fuentes oficiales a 195 muertos -algunas fuentes hablan hasta de 300 cuando se retiren los cadáveres de los edificios afectados- y 295 heridos. Entre los al menos quince ciudadanos extranjeros fallecidos hay 22 extranjeros, por lo menos tres alemanes, dos franceses, dos estadounidenses, un italiano, un australiano, un chino y como mínimo ocho israelíes, seis de ellos asesinados por los radicales en el centro Casa Nariman.

El mayor daño posible

Varios de los terroristas que supuestamente han perpetrado los atentados que han sacudido Bombay visitaron la capital financiera india hace meses y pasaron allí una temporada mientras fingían ser estudiantes, según informaciones del periódico local Times of India.

El único de los milicianos islamistas detenidos (todo apunta a que pertenecen al grupo integrista cachemir Lashkar-e-Toiba (LeT) ha admitido durante el interrogatorio que nueve de ellos habían alquilado un piso en la zona de Colaba, cerca del lugar en que sucedió la cadena de ataques. También que perseguían realizar el mayor daño posible, derribando incluso los dos hoteles tomados.

Al parecer, el grupo visitó en varias ocasiones los dos hoteles de lujo asaltados, el Taj Mahal y el Oberoi Trident. Los terroristas proceden principalmente de Pakistán, pero durante estas visitas de reconocimiento se hacían pasar por ciudadanos de Malasia. El periódico señala que al menos diez de los implicados llegaron a Bombay esta semana tras secuestrar un pesquero indio en aguas internacionales y matar a sus cuatro tripulantes.

Por otro lado, Pakistán enviará a Bombay a una delegación de sus servicios de inteligencia como muestra de buena voluntad, pero no a su director.

Pakistán pide no ser acusado sin pruebas

El ministro de Exteriores paquistaní, Shah Mehmud Qureshi, ha asegurado que Pakistán ofrece a la India "todo el apoyo necesario para descubrir quién está detrás" de los "horrorosos" atentados de Bombay y ha instado a "ser responsables" y no caer en una "guerra de acusaciones" por el "mutuo interés".

En rueda de prensa en Islamabad tras suspender su visita a la India, Qureshi ha explicado que las autoridades indias "no han proporcionado todavía ninguna evidencia de que Pakistán esté implicado" en la serie de ataques terroristas que han sacudido la capital financiera india.

Qureshi se había desplazado al país vecino para reunirse con su homólogo indio, Pranab Mukherjee, en el marco de la quinta ronda del diálogo que ambas potencias iniciaron en 2004 para tratar de resolver sus asuntos en disputa, pero las conversaciones fueron finalmente suspendidas como consecuencia de los atentados.