El presidente Zapatero, con la vicepresidenta De la Vega y el ministro Moratinos, durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso. /Efe
movimientos en un sector estratégico

Zapatero insiste en que mantendrá su postura sobre Repsol pese «a las duras críticas»

Rajoy anuncia que acusará al presidente de ser el responsable de un "escándalo mayúsculo" si no interviene

MADRID Actualizado: Guardar
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Los planes de la rusa Lukoil por hacerse con el control de Repsol y la decisión del presidente del Gobierno de no intervenir están pasando factura al PSOE, donde ya se han escuchado los primeros 'peros', y al Ejecutivo, con diferencias internas. También el PP está aprovechando para centrar en este asunto su labor de oposición. En la sesión de control en el Congreso, José Luis Rodríguez Zapatero ha insistido en que, pese a las "duras críticas", mantendrá su postura.

El líder del PP, Mariano Rajoy, ha cambiado su pregunta para esta sesión de control al Gobierno en el Congreso y se ha interesado por la actuación del Ejecutivo en el 'caso Lukoil'. En su turno de respuesta, Zapatero ha asegurado que el Ejecutivo apoyará y defenderá a Repsol YPF y a sus accionistas de referencia, pero ha reiterado que no intervendrá para impedir la entrada en su accionariado de la petrolera rusa.

Previamente, Rajoy le había reprochado que el Ejecutivo tiene armas legales para intervenir en la operación y que si no lo hace acusará al presidente de ser el responsable de un "escándalo mayúsculo". Zapatero ha insistido: "El criterio es muy claro, nuestra obligación es defender y apoyar a las empresas españolas", aunque también no entrar en operaciones privadas. Por eso, alegaba, se mantendrá en postura pese a las "duras críticas" recibidas.

Las dudas del PP

Rajoy ha asegurado que estaremos ante un "fraude de ley" si no se impide la venta de Repsol a una "compañía dudosa" controlada por el Gobierno de Vladimir Putin, que, denunciaba, "usa sus armas energéticas como todos hemos visto que las usa".

Una semana después de conocerse las intenciones de Lukoil, el presidente y el líder de la oposición han protagonizado su primer debate público sobre esta cuestión. Rajoy ha apuntado que el Gobierno "animó" la entrada de Sacyr en el capital de Repsol, a través de un crédito sindicado de 5.000 millones de euros en el que participó el Instituto de Crédito Oficial (ICO). "Ahora conocemos que se pretende vender ese 20% más un 9,9% (en manos de La Caixa a través de Criteria) a una empresa rusa que, como cualquier persona entiende, solo lo va a comprar si tiene el control total de la compañía", señalaba, para quien esta operación supondría un "enorme fraude" en contra de los intereses "de cientos de miles de pequeños accionistas" de Repsol YPF.

El jefe del Ejecutivo le ha respondido que sus argumentos "no son muy originales", y le ha pedido que vaya "a cosas serias" a la hora de enfocar este debate. En este sentido, ha reiterado que el Gobierno actuará de acuerdo a las normas comunitarias y la libertad de mercado, frente al "intervencionismo" que, a su juicio, reivindica ahora el PP.

Medidas contra la crisis

El presidente también se ha referido en el Congreso a las nuevas medidas contra la crisis que anunciará mañana. Según ha adelantado, no afectarán a los Presupuestos Generales del Estado de 2009, que el Gobierno considera que son "adecuados" en su filosofía, con una apuesta por la inversión productiva y el gasto social.

En este caso Zapatero erspondía a la pregunta del diputado del PNV Josu Erkoreka, que se había interesado en cómo definirá el Ejecutivo las inversiones públicas que se ha comprometido a llevar a cabo para implementar las medidas de estímulo fiscal acordadas en la cumbre del G-20. El diputado del PNV había expuesto que confía en que la crisis no sea el pretexto para que después de aprobar las cuentas estatales, el Gobierno se dedique a hacer otro presupuesto distinto, algo, que, a su juicio, no sería "leal y constituiría un fraude".