Opinion

Contraídos

Ya es una realidad, no un anuncio más o menos previsible: la economía española, según el Instituto Nacional de Estadística, se ha contraído en el tercer trimestre por primera vez en quince años. Sólo que esta vez la temida palabra, recesión, parece que va a ser como nuestra ciudad: «de caballo».

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Y mientras la gente espera a la intemperie adquirir los pisos de El Pocero Bueno, dando ejemplo de que un entorno hostil también puede ser de oportunidades, los líderes mundiales se encuentran en Washington tratando de vislumbrar una solución al apocalipsis. Pero no esperen mucho, porque como dijo nuestro vicepresidente económico, Pedro Solbes, uno «no se va a tomar un café por la mañana y por la tarde refunda el capitalismo». O algo así.

O sea, que aparte de los apretones de manos y de la foto de Zapatero junto a Bush, parece que no debemos esperar mucho.

¿Se imaginan que aquí la alcaldesa de Jerez nos dijera ahora a los periodistas, al preguntarle sobre las elevadas cifras del paro, algo parecido? Por ejemplo, no sé, en el Mercado Medieval: «Miren ustedes, señores. No puedo inaugurar ahora este acto histórico (por lo de medieval) y por la tarde reconvertir el sector industrial jerezano». Es que, todo hay que decirlo, Pedro Solbes fue más chulo que un ocho. Estará harto de que le llamen aburrido. A nivel local, tenemos a alguien con sus competencias y con más labia y desparpajo. El delegado de Recursos, Juan Manuel García Bermúdez, dijo en un Pleno, al ser preguntado por la subida de impuestos: «Claro, no los van a pagar los de Cuenca».