ATENTA. La reina Isabel II atiende a las explicaciones sobre la crisis que le da Luis Garicano. / NIGEL STEAD
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Un pucelano en la corte

La reina de Inglaterra pide asesoramiento sobre la crisis financiera al economista vallisoletano Luis Garicano

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«¿Es horrible! ¿Cómo es posible que si había un problema tan enorme nadie hiciera nada?». Estas declaraciones sobre la actual crisis financiera hubieran pasado inadvertidas si no fuera porque han salido de la boca de la mismísima reina de Inglaterra que, según la prensa británica, ha visto cómo las subprime han engullido unos 25 millones de libras de la fortuna de la familia real británica. Periódicos como The Daily Mail o The Telegraph llevaron la semana pasada a sus portadas este comentario, respuesta a la explicación que la monarca recibió del economista Luis Garicano (Valladolid, 1967) durante su visita a la London School of Economics.

«La reina, aprovechando su visita a la London School of Economics, había pedido que algún profesor le contara sobre la crisis; y me lo pidieron a mí, así que había preparado una pequeña presentación. Es un tema complicado, así que no es raro que quiera una segunda o tercera o cuarta opinión. Además, a la casa real le interesa la imagen de una soberana que se interesa por los problemas de sus súbditos», explica Garicano.

¿Y que le contó? «Le expliqué tres cosas: primero, el origen de la crisis en las famosas hipotecas subprime debido a la evolución del modelo de préstamo hacia un modelo desintegrado -cada agente estaba haciendo lo que le pagaban por hacer y el sistema no estaba alineando los incentivos de todos hacia el bien común-; segundo, le conté la magnitud de las pérdidas -el FMI estima que los bancos e instituciones financieras han perdido alrededor de 1,4 billones de dólares-; y tercero, hablamos del contagio, de qué está pasando en las economías en desarrollo», recuerda el economista vallisoletano, catedrático de Economía y Estrategia en la Universidad de Chicago.

Y si Isabel II está preocupada... «La cosa va extremadamente en serio. Los medios de comunicación están dando una imagen demasiado tranquila. Hemos pasado un año de calma chicha cuando se veía venir perfectamente. No hace falta ser profesor de Economía; simplemente contar el número de grúas en una ciudad mediana como Valladolid y el número de nuevos adosados», añade Garicano.

Ahorrar en lo básico

Y según el diario The Economist en España se acabó la fiesta. «Desgraciadamente el título del artículo es muy apropiado. Lo más importante es dejar de pensar que es un problema de unos meses y ya se pasará pronto. Hay que adaptar la economía doméstica a la posibilidad de que esto dure unos años, dos, o quizás tres. Hay que ahorrar en lo más básico; encontrar esos gastos que uno hace cada día que si los elimina puede ser una diferencia importante. Un café con leche al día, por ejemplo de dos euros, son 700 euros al año. En lo positivo, es el momento adecuado para hacer cursos de lo que sea. Si el mercado laboral va mal, uno puede aprender contabilidad online o hacer un máster en algo que a uno le guste; el coste es el tiempo no trabajado, que ahora es menos valioso», sentencia el vallisoletano.