Opinion

¿Por qué se tuercen las cosas?

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Todo sale mal. Esta frase tan agorera la podria suscribir perfectamente el Xerez si el club azulino tuviese garganta propia. Club que canta sus males, que los expia. Lamentablemente eso no va a poder ser porque lo que viene siendo la entidad sólo sirve para hacer una vez tras otra un papelito lamentable y encajar más palos que un sparring al uso. Como ya resulta del todo imposible jugar a adivino en Chapin y ha quedado demostrado que cualquier telenovela se queda corta para lo que por aquí sucede, asumo que no tengo ni idea del inminente desenlace de la relación entre Morales y Nuchera.

De momento tenemos un presunto candidato a presidente que ha demostrado una impericia importante al hacer declaraciones que restan más que suman antes de tomar efectivamente el mando y un presidente, el actual, que ha dicho hasta la saciedad que no quiere serlo ni de su comunidad de vecinos, pero que nunca acaba de quitarse del cartel.

¿Hasta qué punto el señor Nuchera quiere comprar el Xerez? ¿Hay que creerse que Morales está dispuesto a rebajar sus ganancias hasta el límite porque no aguanta en el cargo una semana más? ¿Cuánto tiempo va a tardar en aparecer un nuevo elemento en esta puja que dura ya más que Dinastía? Mucho me temo que lo menos sorprendente es que Nuchera cumpla su amenaza y que este lunes pase a formar parte de la interesante lista que casi han comprado el Xerez. Hay desde toreros a tipos que ponen una pasta en dos días, salvan al club de un descenso y se piran. En fin, todos personajes muy de obra de género menor.

Los hermanos Álvarez Quintero encontrarían un filón con toda esta galería impagable. Lo que pasará cuando Nuchera salga de la escena es una incógnita, pero sería de agradecer que Morales o quien municipalmente corresponda exponga una explicación completa de lo que podemos esperar, dónde está el club y cúal es la hoja de ruta prevista. Me temo que algo así no sucederá y que se seguirá viviendo en una situación de constante imprevisión. Lo dijo hace una semana un jugador romariano del Xerez: la realidad deportiva del club va por delante de la institucional. Así le luce el pelo al Xerez, un club instalado en una nebulosa de preguntas sin respuesta y del que no sabemos ni siquiera si «vendio esta».