FUNCIÓN. La alcaldesa renovó el voto de la ciudad. / M. G.
CÁDIZ

Las crisis marca el acto de renovación del voto

El obispo reivindicó el papel de la Patrona La alcaldesa pidió ayuda para los jóvenes

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Un año más, y como desde hace más de 400 años, la ciudad renovó su voto de fidelidad a la Virgen del Rosario, protectora de Cádiz. La iglesia de Santo Domingo, santuario de la Señora, fue testigo de este momento presidido por la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez. A las 10.30 horas, bajo maza y acompañada por la Corporación municipal (José Blas Fernández, Ignacio Romaní, Mercedes Colombo, Paloma Bordons, José Macías, Jesús Tey, Santiago y Clara Posada por el Partido Popular y Carolina Camacho, María Luisa de las Cuevas y Natalia Álvarez por el PSOE), Martínez llegó al templo para asistir a la función votiva predicada por el obispo de Cádiz y Ceuta, Antonio Ceballos

Tras las lecturas, la alcaldesa procedió a renovar la unión de la Virgen del Rosario con la ciudad y pidió a la Señora que ayude a los gaditanos a superar la crisis económica que está sufriendo el país y que los jóvenes «no caigan en la droga». Martínez no quiso olvidar a los que forman una familia y le pidió a la Virgen del Rosario fuerzas a los cristianos «para dar ejemplo de fe en un momento tan hostil como el que estamos viviendo».

La alcaldesa aseguró que el encuentro de ayer con la Patrona era «anhelado» por todos los gaditanos y solicitó su protección «para una nación llena desencuentros, donde los gobernantes deben preocuparse por construir la paz».

Durante la homilía, el prelado de la Diócesis de Cádiz y Ceuta destacó el papel de la Virgen del Rosario como la única capaz de «desatar nuestras ataduras. Vivimos en tiempos de crisis, donde los gaditanos viven estresados por la dificultades económicas, debido a la cultura materialista en la que estamos inmersos».

El prelado aseguró que «estamos en una sociedad donde todos nos desencanta, donde no hay nada que valga la pena. El egoísmo es una forma de vida». Antonio Ceballos, durante su predicación, apostilló que «somos especialistas en armar líos. Pero la vida debe ser paz y justicia. Sólo unas manos expertas pueden ayudarnos a desatar esos líos. Y sus manos son fuertes. Y es una experta. Y nosotros venimos cada día a poner en tus manos alguna situación difícil».

Escuchando las palabras del obispo se encontraban los miembros del Cabildo Catedral -el vicario general, el padre Guillermo Domínguez Leonsegui; el padre Rafael Vez Palomino; el deán de la Catedral, el padre Enrique Arroyo-, el subdelegado de Defensa, capitán de navío Joaquín Arcusa; los miembros de la archicofradía del Rosario, presidida por Pilar Márquez; el pregonero el fraile Juan Franco, y numerosos devotos que abarrotaban la iglesia.

Una vez finalizada la eucaristía, a las 12.15 horas, comenzó la ofrenda floral encabezada por la agrupación musical Hermanos Cirineos, que amenizó el pasacalles desde la plaza de San Francisco. A continuación, y vestidas de piconeras, las ninfas y las diosas infantil y adulta del Carnaval 2008, además de diferentes asociaciones y entidades de la ciudad.

El cortejo lo completaban los jubilados de Aviocar, los integrantes del Centro de Día Botica -donde ellas iban vestidas de flamenca-, los socios de la peña Andújar, ataviadas con el traje de piconera, la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España, la Casa de Extremadura, las asociaciones de vecinos de Los Corrales, Loreto, Fermín Salvochea, Los Tres Patios , el grupo de mujeres de la Parroquia de la Asunción y cerraba la ofrenda floral la Asociación de Vecinos Virgen de La Luz.

Pero no sólo estas entidades entregaron sus flores a la Virgen. Durante toda la jornada, y hasta las tres de la tarde, numerosos gaditanos se acercaron hasta el templo de la Virgen del Rosario para entregarle su nardo. Una tradición que se continúa manteniendo a pesar de los años, donde un padre acompaña a su hijo a entregarle a la Virgen su flor.