CRÍTICA DE TV

'High'

GGran Vía de Madrid. Exterior. Atardecer, Cientos de jóvenes saltan y gritan inquietos al paso de las estrellas protagonistas del estreno de la temporada. La película se proyectará en inglés.

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Tal es la demanda que no ha habido tiempo de doblarla. No importa. Es un musical y sus actores reinan en el ranking de la popularidad juvenil. Todo por arte y magia de la televisión y, en concreto, de Disney Channel, que ha virado de los dibujos a las películas para adolescentes para triunfar en un segmento casi olvidado por la producción española.

High School Musical lleva ya un 3 al final del título. El éxito de la primera película fue arrollador, al igual que el de la segunda. La trama es sencilla y directa. Jóvenes de bachiller que se debaten entre las matemáticas, el baloncesto y la música. Chicos y chicas que entre clases, ensayos y partidos empiezan a descubrir las emociones del cariño, el deseo, el primer amor. Y los retos por hacerlo mejor: ganar el concurso de mates, en clase y en la cancha, y despuntar en las canciones a dúo. Millones de preadolescentes llevan unos años siguiendo los pasos a Troy y Gabriela. Tres películas para los tres años del High School, antes de ir a la Universidad donde se cierra este ciclo cinematográfico, que vive hoy el éxito de la pantalla grande pero que cautiva cada día a través de la televisión.

Los medidos guiones de la factoría Disney dejan respirar tranquilos a los padres. El afán de superación y el desarrollo de las relaciones entre chicos y chicas están siempre tratados con prudencia y esmero. El único problema -si hay que ponerle algún pero- es que crean adicción.

Los artistas de las pelis y las series van visitando unos y otros escenarios. La serie siguiente empieza a anunciarse, y veremos más canciones juveniles en Camp Rock. Una envolvente de marketing (tele, cine, juegos, Internet, cromos, mochilas) que tiene atentos a la pantalla a los preadolescentes del mundo entero, mientras las productoras españoles se devanan los sesos sobre qué argumento venderá entradas. Miren Disney, please.