PELIGRO. Los seguidores del Espanyol luchan por apagar una de las bengalas. / AFP
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El juez encarcela a los cinco 'boixos nois' que lanzaron bengalas en Montjuic

Cumple la solicitud de la Fiscalía y los ultras del Barcelona se enfrentarán ahora a penas que oscilan entre los seis meses y los cuatro años de prisión

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Los cinco boixos nois detenidos el sábado por el lanzamiento y la explosión de bengalas durante el derbi catalán celebrado en Montjuic fueron enviados ayer a prisión, incondicional y sin fianza, por orden del Juzgado de Instrucción número 21 de Barcelona, que cumplió así la solicitud de la Fiscalía Superior de Catalunya. A los aficionados radicales del Barça se les acusa de un delito agravado de desórdenes públicos y otro de lesiones, por los que se enfrentan a penas de hasta cuatro años y seis meses de cárcel.

Horas antes de la resolución del juez de guardia, la Fiscalía Superior de Catalunya había solicitado prisión preventiva para los boixos que provocaron la suspensión del Espanyol-Barcelona. Según el comunicado emitido por este organismo, a los jóvenes, detenidos gracias a las cámaras de seguridad, se les acusó de un delito de desórdenes públicos en su modalidad agravada, al tratarse de una acción deliberada y previamente organizada.

El Ministerio Fiscal considera que los jóvenes actuaron de forma premeditada, como demuestra una investigación que revela la confección por parte de este grupo radical de unas octavillas que animaban a sus seguidores «a despedir al Espanyol de la ciudad como se merece», teniendo en cuenta que si los dos equipos no se cruzan en la Copa del Rey, el derbi del sábado fue el último en el Olímpic Lluís Companys.

El comunicado de la Fiscalía sostiene que los detenidos consiguieron burlar los dispositivos de seguridad para introducir en el estadio de Montjuic unas bengalas que lanzarían sobre la afición blanquiazul, provocando que doce personas tuvieran que ser asistidas por los servicios médicos por lesiones.

Asuntos judiciales al margen, el día deparó una reunión con pocas novedades entre el director ejecutivo del Espanyol, Pedro Tomás, y el secretario de Seguridad de Interior de la Generalitat, Joan Delort. La única conclusión expuesta tras el encuentro era obvia. Ambos reconocieron que las medidas de planificación entre el club blanquiazul y los Mossos d'Esquadra no se ajustaron a lo pretendido.

Una reafirmación en la deficiente actuación de los servicios de seguridad privada del Espanyol y de la policía catalana que servirá para crear una comisión que estudie los hechos y revise el dispositivo. No obstante, Delort, que recordó que el Espanyol es el responsable de los accesos al estadio, evitó buscar culpables señalando que es el momento de encontrar soluciones.

El propio Delort tampoco quiso valorar la actuación de los jugadores azulgrana que celebraron los dos goles dirigiéndose hacia sus aficionados. En este sentido, el Espanyol ha denunciado a algunos de esos jugadores, entre ellos Henry, Messi y Piqué, a la Comisión Antiviolencia, que analizará los incidentes y propondrá sanciones.

Decide Competición

Hoy se reunirá el Comité de Competición de la Federación Española de Fútbol que podrá aplicar al Espanyol la Ley contra la violencia. En virtud ésta Competición tiene potestad para clausurar el estadio del Espanyol, e imponer una sanción económica al club blanquiazul de al menos 18.000 euros, en el caso de considerar las infracciones como «muy graves».