La Policía alemana detiene en un avión a dos terroristas

Cuarenta pasajeros de un vuelo comercial de la compañía franco-holandesa KLM fueron testigos ayer en el aeropuerto de Colonia de un operativo policial que no causó excesiva inquietud en el interior del avión, pero sí hizo revivir en Alemania el temor a un ataque terrorista. Cuando el aparato se aprestaba a dirigirse a la pista de despegue para partir rumbo a Amsterdam, un comando especial abordó la aeronave y detuvo a dos sospechosos que no ofrecieron resistencia.

Poco después de la intervención de los agentes, un portavoz de la Policía Criminal del estado de Renania del Norte Westfalia reveló que los dos detenidos eran un somalí, de 23 años, y un alemán de origen somalí, de 24, que se encontraban bajo vigilancia desde hacia meses. La orden de arresto fue dictada por el temor a que los dos presuntos terroristas hubieran decidido sumarse a la yihad (guerra santa).

«La intervención se produjo después de que se encontraran dos cartas de despedida en sus viviendas», declaró la fuente policial, que declinó dar más detalles sobre los detenidos. Tras producirse el arresto, los demás pasajeros fueron obligados a abandonar el avión para identificar sus equipajes, un trámite que permitió descubrir que los dos detenidos no portaban explosivos ni armas. Lo que sí se hallaron fueron unos panfletos que apuntaban a que podrían estar relacionados con otros tres activistas capturados en septiembre de 2007 cuando preparaban atentados contra instalaciones militares estadounidenses.

Tanto la Policía criminal como la compañía KLM destacaron que la operación se había desarrollado con normalidad y desmintieron que se hubiera llevado a cabo un asalto al avión. «No fue nada espectacular», indicó el portavoz policial. «Los dos detenidos fueron sacados del aparato cuando ya ocupaban los asientos», añadió.

A pesar del hermetismo oficial, el periódico Tagesspiegel de Berlín recogía en su edición electrónica, que el destino de los dos detenidos era Pakistán.

La operación se produjo 24 horas después de que la Policía criminal federal (BKA) dictara una orden de detención y captura contra Eric Breininger, un ciudadano germano convertido al islam sospechoso de estar preparando un atentado en Alemania, y su cómplice de origen libanés.