Trabajadores de Alitalia protestaban este viernes en el aeropuerto Leonardo da Vinci de Roma. /EFE
empeora su situación económica

Alitalia podría anular algunos vuelos a partir del lunes por falta de combustible

La compañía aérea de bandera italiana está a un paso del anuncio de bancarrota y de la apertura de un expediente de regulación de empleo

MADRID Actualizado: Guardar
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La compañía aérea de bandera italiana se encuentra al borde del colapso; se da por hecho el anuncio de bancarrota y de un expediente de regulación de empleo. A la interrupción de las negociaciones entre los posibles compradores y los sindicatos se une la advertencia del comisario extraordinario de Alitalia, Augusto Fantozzi: a partir del lunes la dirección no puede garantizar los vuelos programados porque tiene problemas para asumir los costes de combustible.

Augusto Fantozzi ha sido rotundo al afirmar que "existe el riesgo de que se tengan que anular vuelos debido a las dificultades de provisión de carburante", ante la situación económica de la aerolínea. Así lo ha anunciado tras reunirse con los representantes de las nueve siglas sindicales de Alitalia, convocados este sábado después de que ayer se interrumpiesen las negociaciones con los posibles compradores de la aerolínea. En el comunicado, Fantozzi ha desmentido las noticias publicadas por algunos medios que aseguraban que desde el próximo lunes Alitalia no podría garantizar los vuelos.

El personal se queda en tierra

Desde ese día, y esto sí que lo ha confirmado el comisario, dejarán de trabajar temporalmente las tripulaciones de los 34 aviones que ya estaba previsto que no despegarían tras la última remodelación. Estos empleados tienen garantizada una parte del sueldo a través de una especie de fondos de compensación salarial.

Fantozzi ha advertido a los sindicatos de que se verá obligado a rescindir los contratos de todos los trabajadores de Alitalia si no se llega rápidamente a un acuerdo para la venta de la aerolínea. Antes de la reunión, el comisario había puntualizado que hoy no se iba a declarar la quiebra de la compañía aunque advertía de que "la situación es muy grave".

La Compañía Aérea Italiana (CAI), creada por un grupo de empresarios italianos dispuestos a invertir 1.000 millones de euros para adquirir la aerolínea, se retiró este viernes de las negociaciones al considerar que se cumplían las condiciones necesarias para continuar. La CAI puntualizó que mantiene aún su oferta y los sindicatos adelantaron que el próximo lunes se reunirán para elaborar una nueva propuesta que presentar a los empresarios.

Los sindicatos rechazan, entre otras cosas, el nuevo convenio colectivo propuesto en el proyecto de rescate de la CAI que supondrá una disminución de los salarios, pide la movilidad territorial, y exige una mayor productividad.