El Gobierno aprueba la creación de un instituto para la investigación del cambio climático en Zaragoza

El cada vez más maltrecho mundo cambia y, tarde o no, los países van mirando al medio ambiente, al menos en declaraciones y nuevas instituciones. En este contexto se enclava la aprobación por parte del Consejo de Ministros de un instituto de investigación del cambio climático que tendrá sede en Zaragoza y, según la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, supone “un gran colofón” a la Exposición Internacional 2008 del Agua que se ha venido desarrollando estos últimos meses en la capital maña y termina esta semana.

Otra de las decisiones ambientales que se han tomado es un plan de reforestación que abarcará el período 2009-2012, y en el que se plantarán “45 millones de árboles”, revela de la Vega, acompañada en su rueda de prensa tras el Consejo de Ministros por la titular de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM), Elena Espinosa. Unas “61.000 hectáreas” encontrarán nueva cobertura vegetal, y eso supondrá “3.000 puestos de trabajo directos/año”, y otros muchos indirectos, ha complementado Espinosa, que valora en unos 670.000 los puestos de trabajo indirectos que pueden salir de la iniciativa.

De la Vega se ha mostrado convencida de que el instituto maño se convertirá pronto en un organismo clave para luchar contra el cambio climático, "un problema global que trasciende todas las fronteras y que requiere estrategias como las que se diseñarán" a través de esta nueva institución.

Espinosa ha añadido que cambio climático no es una verdad incómoda, sino una "verdad necesaria”, y ha reflexionado sobre la necesidad de llevar a cabo cambios de modelos en la economía, el desarrollo y de consumo. Así las cosas, ha incidido en que España quiere contribuir en esta lucha contra el cambio climático y aspira a ser líder en la investigación sobre el asunto y para hacer frente al reto.

Nueva asignatura sobre ciencia

La biología y otras ciencias cobran importancia, y De la Vega ha explicado también, en el contexto del inicio del curso, que se impartirá en Bachillerato una nueva asignatura, 'Ciencia para el mundo contemporáneo', de cara a que los estudiantes salgan mejor preparados para entender y enfrentarse a las vicisitudes del planeta.

También “se consolida 'Educación para la ciudadanía', otra asignatura que ha resultado polémica y que, recuerda la portavoz gubernamental, fue “aprobada en el Parlamento, y por lo tanto refrendada por la mayoría. Si no se respetan las leyes, no se respeta a los ciudadanos”. Pese a las protestas, “el Gobierno hará uso de todas sus competencias” para que los escolares puedan recibir “con normalidad” la asignatura.