ESPAÑA

La Fiscalía pide 19 años para la madre y el padrastro de un niña maltratada

La Fiscalía pide penas de 19 años de prisión para la madre de Alba, la niña de Montcada i Reixac (Barcelona) víctima de malos tratos, y su compañero sentimental, así como el pago de una indemnización de un millón y medio de euros por las secuelas causadas a la menor.

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

En su escrito de conclusiones provisionales, el Ministerio Público acusa a Ana María C. y Francisco Javier P. de intento de asesinato, un delito continuado contra la integridad moral y otro de violencia doméstica que suman penas de 19 años de cárcel para cada uno.

Pese a que el juez instructor procesó a la pareja por intento de homicidio, la Fiscalía califica la agresión sufrida por Alba de intento de asesinato al considerar que cuando fue apaleada presuntamente por su padrastro la menor no tenía posibilidad alguna de defenderse.

La niña, con sólo cinco años, recibió una paliza la noche de marzo del 2006 presuntamente de manos de Francisco Javier P., el compañero de su madre, y quedó en coma. Según mantiene el escrito de Fiscalía, los dos procesados maltrataron en varias ocasiones a la pequeña en su domicilio familiar ya antes de la última paliza.

Falta de cuidados

De hecho, en el examen que se le practicó cuando ingresó en el hospital a consecuencia del último episodio de maltrato, se comprobó que presentaba síntomas de desnutrición por «la falta de los cuidados y asistencia de mínimos imprescindibles que deberían haberle prestado los procesados», mantiene el Ministerio Público. En al menos dos ocasiones, el acusado ató en una silla del comedor a la niña para obligarle a tragar sus propios vómitos y, además, le tapó la boca con un precinto por el que le introdujo agua mediante una jeringuilla, todo ello en presencia de su madre, que no hizo nada por defenderla de esas «vejaciones», prosigue el escrito.

El fiscal sostiene que el procesado agredió a la menor «de forma brutal», a bofetadas y puñetazos y arrojándola contra el suelo y la pared, sin darle posibilidad alguna de defenderse.

La brutal agresión le provocó un traumatismo craneoencefálico que le causó el coma y una parada cardiorrespiratoria, lo que requirió que fuera intervenida de urgencia. Como consecuencia, Alba arrastra numerosas secuelas, como necesidad de respiración asistida, parálisis de las cuerdas y tetraparesia, por lo que precisa ayuda para todas las actividades de su vida.