CRISIS. El secretario del mercado acude cada mañana a su puesto en la planta baja. / S.S
CÁDIZ

La lucha contra la crisis del mercado de San José

Tras más de 30 años en funcionamiento la plaza de la calle Balbo sufre las ventas más bajas desde sus comienzos

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El mercado de San José sufre la mayor crisis que haya padecido desde sus comienzos hace ya más de 30 años. Los detallistas de la calle Balbo se enfrentan cada día a la perdida de clientela y al incremento de los gastos que supone mantener un puesto. Mientras la venta de pescado se ha mantenido en los meses estivales, la carne, fruta y los puestos de alimientación general han protagonizado el mayor descenso en las ventas desde que inaugurasen las instalaciones por el año 1976.

La clientela habitual sigue acercándose cada mañana al mercado de San José pero el gasto es mucho menor «las cantidades se reducen, no pasan del medio kilo, y vienen a comprar con lo justo» explica Miguel Sopi Adgona desde el puesto número 56. La crisis general se ha sumado a la competencia que supone para estos pequeños comerciantes las grandes superficies y cadenas de supermercado.

El secretario de los detallistas, José Ocaña Mañez, asegura que en el último año las ventas han bajado en un 70%. La campaña de navidad de 2007 fue uno de los puntos de inflexión más radicales «ya que la mayoría de comerciantes, en estas fechas, se recuperan de las pérdidas del resto del año», pero no fue así y tampoco lo ha sido este verano, cuando aseguran que «se han perdido por completo las ventas a los veraneantes y lejos de aumentar la clientela nos hemos mantenido con los residentes de la zona».

Ausencia de ayudas

A diferencia de la mayoría de las plazas gadianas, la de San José es de carácter privado y ha tenido que enfrentarse sin ayuda municipal a diversas dificultades. En los últimos años los detallistas han afrontado los gastos de la rehabilitación del antiguo edificio que comparten con el Juzgado de Guardia. La modernización de los puestos, el cambio de suelo, la instalación de un extractor para eliminar los malos olores, junto con una serie de mejoras individuales que han tenido que realizar en cumplimiento de la nueva normativa de sanidad. Es el caso de la refrigeración o el modo de conservación de los productos que se exponen cara al público.

Ahora se enfrentan a un nuevo problema y aseguran que «el ayuntamiento a vuelto a darnos la espalda». El baldeo diario de las instalaciones ha afectado a los cimientos del edificio. El sotano que comparten con las instalaciones judiciales ha sido apuntalado por la Delegación Provincial de Justicia y los técnicos trabajan en comprobar el daño que la humedad ha provocado en la estructura del edificio.

Por su parte, el consistorio gaditano a través de la delegación de urbanismo ha requerido que se tomen las medidas oportunas para garatizar la seguridad y ha dejado la situación en manos de los implicados. Esto supondrá para los detallistas un nuevo gasto añadido, ya que han sido informado de que las medidas mínimas que por ahora tendrán que llevar a cabo pasan por la impermeabilización de toda la zona y el arreglo de las filtraciones en las losas de la plaza.

A finales del pasado años los comerciantes del mercado presentaron a la alcaldesa, Teófila Martínez, un proyecto de mejora de la galeria comercial y le solicitaron ayuda económica para emprender la actuación, con la intención de atraer más al público y evitar el descenso de las ventas. A día de hoy, las ayudas demandadas no han llegado, los detallistas aseguran superar solos la gran crisis que padecen. La muestra más feaciente es la treintena de puestos cerrados del mercado de San José.