El Gobierno británico pierde los datos de miles de delincuentes

El serio semblante de la ministra británica de Interior, Jacqui Smith, lo decía ayer todo. Al Gobierno le ha tocado vivir un nuevo y bochornoso episodio de pérdida de información confidencial. El extravío de un lápiz de memoria USB con los nombres, fechas de nacimiento, direcciones y otros datos personales de 10.000 delincuentes reincidentes, 84.000 presos internados en las cárceles de Inglaterra y Gales, y 30.000 condenados por diversos delitos, éstos últimos extraídos de la Computadora Nacional de la Policía, sembró ayer el desconcierto entre la opinión pública. Se trata de otro ignominioso caso para añadir a la larga lista de sorprendentes extravíos registrados en el último año.

En declaraciones a los periodistas la ministra de Interior, quien según diferentes fuentes entró en cólera cuando se enteró de la noticia, aseguró sentirse inmensamente «preocupada y decepcionada» por lo ocurrido. Con todo, eximió de responsabilidad al Ejecutivo y culpó de la pérdida a la compañía subcontratada para manejar la información, PA Consulting. «El Gobierno había hecho uso de los datos de manera segura, pero la empresa los descargó en un lápiz de memoria, una acción prohibida en las regulaciones que figuraban en el contrato establecido», aseguró. Smith también señaló que se ha abierto una «investigación rigurosa» para localizar el dispositivo informático y determinar cómo se perdió. La empresa subcontratada no ofreció ningún tipo de explicación.

«Escandaloso»

Las reacciones de la clase política fueron demoledoras. Dominic Grieve, el portavoz de Interior del Partido Conservador, calificó de «escandaloso» que el Gobierno sea «incapaz de proteger la integridad de información altamente sensible», algo que le «incapacita para encomendarle la protección de nuestra seguridad». Nick Clegg, líder del partido de los Demócratas Liberales, apuntó que no entiende «cómo el Gobierno puede ser tan sistemáticamente incompetente».

Estas pérdidas engrosan el generoso catálogo de extravíos de información confidencial registrados en los últimos meses. En noviembre, Hacienda perdió dos discos de ordenador en el que se incluían los nombres, direcciones y cuentas bancarias de 25 millones de solicitantes de subsidios infantiles, y en diciembre, la ministra de Transporte, Ruth Kelly, anunció el extravío de un disco duro con los datos de tres millones de estudiantes de autoescuelas en EE UU. En junio, un funcionario dejó olvidados en un tren de cercanías documentos confidenciales con revelaciones sobre Al-Qaida.