ESPAÑA

Los partidos exigen a ETA que deje en paz la alta velocidad

PSOE y PP creen que la banda ha humillado a Ibarretxe, que negaba que los terroristas cometieran los ataques

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Todos los partidos democráticos vascos exigieron ayer a la banda terrorista ETA que deje de atentar contra las obras y empresas que ejecutan en el País Vasco el trazado de la nueva línea de alta velocidad ferroviaria que unirá las tres capitales de la comunidad con las principales ciudades de la península y las grandes redes europeas.

La única formación que no hizo declaraciones sobre el contenido del comunicado publicado por ETA en Gara fue el PNV. La organización terrorista aprovechó el escrito para confirmar que sus comandos son los autores de la cadena de atentados sufridos por estas empresas desde mayo pasado, que hasta el momento sólo han causado daños materiales, y para adelantar que piensa canalizar su rechazo a esta infraestructura con la colocación de nuevas bombas.

La condena fue unánime. La exigencia a ETA para que también en este asunto deje tranquilos a los vascos la realizaron tanto las formaciones que apoyan el proyecto de modernización ferroviaria, PSOE, PP y EA, como los partidos que mantienen una postura crítica hacia su ejecución, como IU y Aralar. Todos coincidieron que la violencia no es forma de enfrentarse a un proyecto de infraestructuras y negaron a los terroristas cualquier pretensión de convertirse en un agente más de la política vasca.

Enemigo del progreso

El PSOE y el PP, además, aprovecharon para destacar que el comunicado de ETA, en el que asume los atentados de las localidades guipuzcoanas de Hernani, Orio y Zarautz contra estas obras, ha dejado en evidencia al Gobierno de Juan José Ibarretxe, que durante meses ha puesto en duda que los ataques fuesen obra de la organización terrorista porque no creía que desarrollase una estrategia concreta contra el proyecto de alta velocidad.

El portavoz del PSOE en el Parlamento vasco, José Antonio Pastor, señaló que ETA es ahora también «el principal enemigo del progreso» y avisó al Gobierno vasco, con ironía, «de las consecuencias de simplemente buscar réditos electorales en algunas declaraciones» para que después venga la banda a negarlas y a «manifestar lo que siempre ha querido hacer: amedrentar a la sociedad vasca y atemorizar a la población».

El portavoz parlamentario vasco del PP, Leopoldo Barreda, denunció que «durante año y medio, el Gobierno vasco ha querido negar la realidad». Calificó esta actitud de «acto irresponsable» y aseguró que la postura del Ejecutivo de Vitoria «ha debilitado la reacción democrática e institucional frente a la campaña» terrorista.