El lado oscuro de Javier Menéndez

El equipo español de esgrima acabó su participación en Pekín del modo opuesto al que lo empezó. Si el primer día de competición José Luis Abajo logró un éxito histórico al colgarse la medalla de bronce, ayer llegó la hora de la decepción. La protagonizó en el arma de florete Javier Menéndez al caer en primera ronda ante al austriaco Roland Scholosser. El tirador nacido en La Habana llegaba a los Juegos con muchas ilusiones, pero todo le salió mal. Hay días así. Nervioso, no supo competir a su nivel y perdió con claridad ante un rival al que, como él mismo confesó en la zona mixta, «tenía que haber ganado».

Menéndez hizo el primer tocado. Los primeros compases de la tirada fueron muy igualados y el registrador llegó a marcar un 4-4 que hacía presuponer un duelo muy reñido. Scholosser, sin embargo, comenzó a tomar ventaja sin que el español supiera darle réplica. Hizo cuatro tocados consecutivos y se fue al primer descanso con un amenazador 4-8. A partir de ahí, el español nunca llegó a acercarse en el marcador. Llegó a la segunda parada tres abajo (7-10) y en la tercera, tras ponerse a dos tocados (8-10) y levantar la moral de los españoles que le animaban en la grada, se vino abajo y vio cómo su rival se iba hasta el 15 con comodidad . El marcador final (15-9) refleja la superioridad del tirador de Salzburgo.