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La Pepa se marea

Decididamente el Bicentenario va a ser un gran acontecimiento gastronómico, vean si no: La Pepa, buenos arroces, La Marea Cultural, buen pescado, El Legado del Bicentenario, buena carne y en el Castillo de San Sebastián, obviamente, El Faro, tó gueno. Esta semana nos hemos enterado que la Pepa vive en Albacete pues a esta provincia corresponde el código postal 2012, seguramente debe ser alguien de Cádiz -perdón, borren lo de Cádiz- que iba para Castellón y a pesar de lo que se dice de Albacete -ya sabe c y vete-, debió gustarle y allí sigue. ¿Qué detalle que el Consorcio le haya encargado unos sobres blancos con membrete!

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En la calle todavía no se habla mucho del Bicentenario, aquí nos acordamos más del Cincuentenario del Trofeo Carranza, al que se llamó cincuenta centenario, que del doscientos aniversario de la Constitución de 1812, porque de los 50 años del Trofeo lo que nos confundió un poco fue lo de cincuentenario, pero nadie tenía dudas de que lo que se celebraba tenía que ver con la antigüedad del Trofeo, por eso la gente para no liarse parió un pedazo de oxímoron: cincuenta centenario. Con dos cojones.

Pero lo de la Marea Cultural del Bicentenario de la Pepa como que no se entiende bien, o sea, vamos a ver, pregunto: ¿La Pepa es la Constitución de Cádiz? - perdón, borren lo de Cádiz-, ¿y la Constitución de Cádiz, es la de 1812? ¿Pues entonces no es el Bicentenario lo que estamos conmemorando, es el doscientos centenario, joé!

En fin, que para los que yo me sé la marea cultural va a ser un vertiginoso tsunami de congresos, viajes y conferencias, vamos que gracias a la susodicha marea más de uno le hace tururú a la subida del Euríbor, mientras que para otros que yo también me sé va a ser pedazo de calma chicha del ná de ná. Así son las cosas por aquí. Como dicen los irlandeses: «Todos somos iguales, pero algunos somos más iguales que otros», pues eso.